En términos generales, hay acuerdo sobre la ley. El funcionamiento es el siguiente: a los seis meses de votada, o sea, en agosto, comenzará su aplicación. Se especula, de ese modo, que una campaña educativa apuntalará el cumplimiento. Cada titular de registro de conducir tendrá 20 puntos iniciales y se le descontarán si comete infracciones del siguiente modo:

- Organizar o participar en picadas: es la falta más grave y se le quitan 20 puntos, lo que implica el retiro del registro.

- Conducir en estado de ebriedad, no detenerse a socorrer una víctima de accidente (aunque no sea el causante), más de 20 kilómetros por encima del máximo en calles o más de 40 por encima del límite en autopista: -10 puntos.

- Semáforo en rojo, uso de celulares, circular en contramano, violar barreras, interrumpir cruces escolares, tapar la patente con antiradar o antifoto: -5 puntos.

- No dejar el cruce al peatón, no conducir con los términos de la licencia, tener la licencia vencida, llevar a los chicos en el asiento delantero, girar donde está prohibido hacerlo: -4 puntos.

- No utilizar el casco protector o no utilizar cinturón de seguridad: -2.

No se logró acordar sobre quiénes pesa la responsabilidad de retirar los puntos, si sobre los controladores (ex jueces de paz) o sobre la Justicia contravencional. Sí hay acuerdo en que los últimos puntos son retirados por un juez contravencional, ya que es el que inhabilitará al conductor. Los plazos de inhabilitación siguen tal cual se informó: 60 días de inhabilitación al perder los primeros 20 puntos; 180, en la siguiente caída de puntaje; la tercera vez por dos años y la cuarta por cinco.

Más allá de las diferencias entre bloques, según todos los legisladores el sistema de punteo logra hacer de la ley un sistema que apunta a proteger la vida del otro y la propia por sobre otro tipo de infracciones.