ESPECIALES › ¿POR QUE MEAVE LEAKEY?
Una vida aventurera
Por Rosa Montero
Meave Leakey tiene 60 años, pero nunca he conocido a nadie que personifique de una manera tan exacta como ella la expresión “de edad indefinida”. Es delgadísima, pero puede que su traje amplio y recto esté ocultando brazos y piernas musculosos, porque la primera impresión de fragilidad se emborrona enseguida con algo atlético y duro y resistente, con su manera de caminar erguida y vigorosa. Asimismo, su apariencia es tremendamente austera: no se pinta, lleva el pelo blanco muy corto y usa vestimentas de una sobriedad glacial y minimalista. Pero esta sencillez no le confiere un áspero aspecto de monja seglar, como podría suponerse, sino que en realidad Meave Leakey impresiona por su elegancia, por su atractivo, por un refinamiento muy cercano a la sofisticación. Y, si te fijas un poco, te das cuenta de que el precioso, brillante y muy cuidado cabello blanco está cortado de maravilla, y de que el traje debe de ser muy bueno y muy caro. Esta misma ambigüedad se advierte en su carácter: sonríe mucho y fácilmente, parece afectuosa, pero hay algo por detrás cerrado y duro, un castillo de disciplina y timidez.
Meave pertenece a una familia insólita dentro del mundo de la paleoantropología, los Leakey. Entre otros enormes hallazgos, Louis Leakey y su esposa, Mary, fueron quienes descubrieron que procedemos de Africa. Los Leakey siempre vivieron en Kenia, lo mismo que Richard, el hijo, que se casó con la británica Meave hace una treintena de años. Louise, la hija mayor de Meave y Richard, también se ha hecho paleoantropóloga. Es una familia mítica, brillantísima, aventurera y polémica. Salvo Meave y Louise, los demás han protagonizado broncas colosales y crueles enfrentamientos con los colegas. Por ejemplo, a principios de este año, Richard consiguió meter en la cárcel durante cinco días a unos paleontólogos franceses rivales, tal vez con razón, tal vez sin ella. Además de esta lucha sin cuartel, Richard ha dirigido el conservacionismo animal en Kenia, oponiéndose brillante y valientemente a los cazadores furtivos; y también organizó un partido político de oposición, dos actividades harto arriesgadas por las que una vez fue agredido a latigazos por unos matones y que quizá incluso le haya costado las piernas. Quiero decir que la vida de Meave está rodeada de vértigo y acción. Se diría que es más parecida a una película de Indiana Jones que a un tedioso cepillar de huesitos.