ESPECTáCULOS
Ultimas imágenes de una pueblada que terminó con un baño de sangre
El grupo Venteveovideo produjo un documental casero sobre la represión policial del 20 de diciembre. Lo llaman “La bisagra de la historia” y en el casete dan instrucciones para “piratearlo”.
Por Mariano Blejman
Si se observan en retrospectiva esos días que terminaron con el gobierno de Fernando de la Rúa, las imágenes filmadas parecen tomadas en algún otro país extraño y alejado. En los medios masivos, la represión policial fue convenientemente editada y no todos los “crudos” (el material sin editar) se han podido ver, al menos por ahora. Sin embargo, decenas de horas filmadas cuentan –como lo está demostrando la Justicia– el plan sistemático de represión policial que produjo, por lo menos, 7 muertes en el microcentro. De todos modos, unas cuantas cintas independientes andan por ahí, buscando la luz. Amenazan con aparecer en los barrios, en las plazas, en los cines. Son como forúnculos molestos convertidos al Pal-N. Un grupo de realizadores independientes, que se juntaron dos semanas después de los hechos (los primeros hechos) con el nombre Argentina Arde, convocados por Contraimagen, Grupo de Boedo Film, Cine insurgente y Indimedia Argentina, viene trabajando con esas crudas horas en que el pueblo ardió y cuya resaca todavía es bien visible.
En este caso Venteveovideo, un grupo de realizadores que se armó después de la pueblada, presentará hoy a las 22, en el Centro Cultural Vocacional Hermanos Trivenchi, en Vera y Lavalleja, un video con imágenes nunca vistas de la represión policial. Lo llaman “La bisagra de la historia”, al menos por el momento. Por el momento, dicen, porque como todo cambia rápido en el país, también puede cambiar el nombre del trabajo, que no sólo no está terminado, sino que existen tres o cuatro versiones, con algunas “yapas” de los acontecimientos posteriores. El métier de Venteveovideo no se agota en este documental. Además, están pensando en un trabajo visual histórico más profundo y en animaciones con plastilina. En este caso, “La bisagra...” está centrada en la represión policial, editada principalmente con parte de las cinco horas que pudo tomar el realizador Sebastián Sicarello, habitué del microcentro –donde vive– y del retrato de la represión policial. “Desde hace tiempo intento tomar la represión de una manera estética –señala Sicarello–. Esta vez, está claro, tuve mucho material para filmar. En el medio del caos, uno entabla una relación tácita entre Institución Prensa con Institución Represión. Es, sin duda, muy particular. Hay una cuestión de respeto muy extraña, donde cada uno hace su laburo. Es algo así como ‘vos no me jodas, dejame laburar, yo te dejo’. Sin embargo, se vive una agresión mutua permanente.”
Mientras filmaba, Sebastián intentó mantener algunas conversaciones con “las fuerzas del orden”, que no fueron incluidas en el trabajo, pero ahora confiesa: “Yo les preguntaba: ‘Loco, ¿por qué tanta violencia, por qué tanta bronca?’. Y ellos contestaban: ‘¿No te enteraste de que mataron a 30 polis?’. La cámara es una herramienta. Ellos tienen el palo, vos la cámara. Pero las balas de goma le pegan a cualquiera”. De todas las situaciones, Sebastián recuerda una del jueves 20 de diciembre a la tarde, cuando un grupo de camarógrafos filmaba a otro de infantería y se armó una ronda entre los periodistas que empezaron a increpar a la policía. “En ese momento los policías se sintieron acorralados por las cámaras”, dice.
En el comienzo del documental, el camarógrafo le pregunta a un conductor de remise: “¿Usted qué opina?”. Primero, el remisero contesta “estoy trabajando, no puedo opinar”. Unos segundos después, está diciéndole a la cámara: “Hay mucha bronca, esto va a escapar por cualquier lado”. Las imágenes transcurren entre cacerolazos, movimientos policiales, más cacerolazos, más movimientos. Funcionan como un corolario audiovisual editado en homenaje a los caídos por la policía. Y una clara alusión al encuentro de dos mundos: manifestantes contra hombres de azul. “¡Decí cuánto cobrás...! ¿Cuántos patacones cobrás?”, le grita un hombre indignado a un policía en la cara. El trabajo, además, funciona como metáfora sin relator, donde hablan las paredes. “¿Y usted.... de qué murió?”, dice un cartel de un espectáculo de Dady Brieva. “Reservado: Poder Judicial”, amenaza otro cartel llevado en andas por un manifestante. “Guarda con el Obelisco”, recomienda un letrero de McDonald’s de 9 deJulio y Corrientes. Por delante corren manifestantes tirándoles piedras a tanquetas de la Federal. La música es parte del relato con el grupo Macaco (de increíble influencia manuchaoísta), Rubén Rada y Alfredo Zitarrosa en la yapa, producto de revueltas posteriores. Poco después, aparece una lista completa de los –hasta ahora– 30 muertos registrados por el SAME.
El casete que se distribuye con la cinta de “La bisagra...” viene con instrucciones de copiado junto a un sello que dice “Pirateá esta cinta”. El logo de Venteveovideo es el de un hombrecito con una cinta en la mano en actitud casi cascotera. La idea de los realizadores es que se distribuya gratuitamente dentro del país, aunque esperan algún aporte económico extranjero para poder seguir. Mientras tanto, dicen, pasarán la gorra “donde se puede poner plata o un VHS”.