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De los fiordos al Río de la Plata
Por Daniel Viglietti
Había una vez el exilio, la sobrevivencia lejana frente a la cercanía de la prisión u otras amenazas, ¿nos acordamos? El exilio estaba habitado por chilenos, bolivianos, paraguayos, brasileños, salvadoreños, guatemaltecos, haitianos, argentinos, uruguayos y otros pueblos perseguidos o expulsados por las dictaduras. Esa población errante llegó a muchas partes. También a Noruega, de la que sabíamos poco. Para algunos era el país de la música de Peer Gynt de Grieg. Para otros el del teatro de Casa de muñecas de Ibsen o el de la pintura El grito de Munch. En fútbol, no los conocíamos.
Pasado el tiempo, salvo raras excepciones, no se ha agradecido cabalmente a mucha gente que en tantas comarcas supo dar refugio a nuestros perseguidos. En nuestra lucha por un hombre nuevo de memoria generosa, no podemos olvidar esas manos fraternas. Manos que a veces tomaban una guitarra, y cantaban, solidariamente. Más vale tarde que nunca: hoy y aquí, intentemos saldar un poquito esos olvidos.
Los noruegos han sabido de resistencias porque enfrentaron con valor la ocupación nazi en los años ‘40. El golpe de Estado en Chile sacudió la conciencia nórdica, y el asesinato de Víctor Jara conmovió a los noruegos y a estos artistas entre ellos. Oír a Lars Klevstrand cantando en estos tiempos “Aquí me quedo” de Jara y Neruda, y a Alfred Janson interpretando en acordeón su “Camilo Torres”, es algo que entibia el corazón ante tanta intemperie guerrerista y tanto cinismo político que nos rodea.
Por eso, este encuentro nórdico-súrdico surge como una oportunidad de combinar esa respuesta nuestra y el arte de estos dos músicos noruegos de primera línea: el cantautor Lars Klevstrand y el acordeonista Alfred Janson. Con Lars nos conocimos en 1982, en Oslo, durante la filmación de un documento de Morten Thomte sobre nuestros exiliados en Noruega. Lars Klevstrand ha desarrollado una intensa carrera de cantautor y ha grabado varios discos. Compuso muchas canciones sobre poesías contemporáneas. Es un intérprete sensible de voz intensa y de valioso trabajo guitarrístico. Ha abordado también textos de Bertolt Brecht y el cancionero de Evert Taube, legendario poeta y cantautor que con sus viajes a comienzos del siglo pasado a estas tierras, introdujo en el mundo nórdico el tango y otras músicas nuestras. La llegada de Lars y Alfred al Río de la Plata está enmarcada en un viaje ritual por los senderos que recorriera el sueco Taube.
Alfred Janson es, desde 1960, un reconocido compositor de música contemporánea, de cámara y sinfónica. Alterna esa labor con la de intérprete junto a conocidas figuras escandinavas. Es un valioso instrumentista de acordeón y melódica, y así lo conocí, trabajando junto a Lars Klevstrand. Ha grabado recientemente un CD con música noruega, rusa y latinoamericana. A ambos los recibiré cantando en Buenos Aires, en el clima coloquial del Café Tuñón. Les ofreceré fraternalmente mis canciones y oiré su música, repertorio que incluye versiones de algunas canciones latinoamericanas de Víctor Jara, Consuelo Velázquez y de quien escribe. Unica oportunidad de oírlos en Buenos Aires, en esta travesía suya desde los fiordos al Plata. Después actuaremos juntos también en Uruguay. Como si en medio de la globalización de la mentira y la impunidad, unos simples cantores pudiéramos ir tejiendo una bandera con diferentes lenguas, estilos y sonidos. Y alzarla, reclamando compañerismo, dignidad y justicia, componentes esenciales de todo futuro diferente.
Bienvenidos, Lars Klevstrand y Alfred Janson. Y nosotros, a acercarnos a esos sonidos hermanos en este país de los más de treinta mil silencios.
Daniel Viglietti, Lars Klevstrand y Alfred Janson actúan hoy a las 20 en Tuñón, Maipú 851.