ESPECTáCULOS
El cine argentino se luce en Cannes
“La Cruz del Sur”, de Pablo Reyero, fue premiada por un jurado paralelo. Se vieron también films de Chomski, Loza y Rosell.
Ayer fue una jornada marcada por la presencia argentina en el Festival de Cannes. El realizador Pablo Reyero recibió el premio Città di Roma-Arc-enCiel Latin por su película La Cruz del Sur, estrenada el pasado día 15 en la sección oficial “Una cierta mirada”. Reyero compartió el galardón ex aequo con el realizador francés Sylvain Chomet, quien estrenó, también en la selección oficial pero fuera de competición por la Palma de Oro, su película de dibujos animados Les triplettes de Belleville. Los dos directores recibieron el premio al Mejor Joven Director de todas las selecciones del festival, que concluye el 25 de junio. Los promotores del galardón, la alcaldía de Roma y el Instituto Internacional del Cine y del Audiovisual de los Países Latinos, precisaron que el jurado tomó su decisión tras ver 42 films de trece países.
El premio Città di Roma/Arc-en-Ciel fue creado en el Festival de Venecia de 2002 y está destinado a impulsar el mejor film y el mejor realizador de origen latino autor de un primer largometraje seleccionado en los festivales de Venecia, Berlín y Cannes. El galardón, “concebido para promover y reforzar la presencia de films de países latinos en los festivales internacionales del cine, contribuyendo igualmente así a la creación de un ‘star system’ latino”, quiere contribuir a la construcción “de un vasto mercado, con 600.000.000 de espectadores de cultura latina”.
A su vez, el debutante Alejandro Chomski, estrenó Hoy y mañana, también en la sección oficial “Una cierta mirada”, mientras Santiago Loza, autor de Extraño, y Ulises Rosell, de Bonanza, mostraron sus primeros largometrajes, dentro del llamado “Programa de Residencia” de la CinéFoundation del Festival de Cannes, que beca a cineastas jóvenes. La protagonista del film de Chomski, Paula, es una joven de 24 años que quiere ser actriz y cuya existencia “refleja un poco” la situación actual en Argentina, explicó Chomski a la prensa presente en Cannes. El film habla de “nuestra generación de jóvenes de clase media, a quienes debido a la crisis económica y social en Argentina nos cuesta mucho tener un proyecto y desarrollar un trabajo profesional y artístico”, comentó. “La clase media argentina –recordó– era muy grande, con muchos beneficios y gran estabilidad económica, lo que se ha ido perdiendo brutalmente, año tras año, y los hijos de esa clase media”, que tenía un buen nivel profesional, se ven “arrojados al siglo XXI”.
Por su parte, Santiago Loza y Ulises Rosell son los otros dos cineastas argentinos que exhibieron ayer sus films en Cannes, ambos dentro del Programa de Residencia del festival, que cada año ofrece en París durante unos meses las condiciones ideales de trabajo y reflexión a jóvenes promesas de diferentes países. En este marco, Santiago Loza proyectó Extraño, un film en el que “más que contar una historia muestra un estado del alma. La película, de alguna forma, habla de cierta fugacidad, de un tiempo donde cada vez es mas difícil interrelacionarse, de un hombre que siente tristeza por el mundo, por la construcción que se ha hecho del mundo, cierta nostalgia sin saber de qué”, explicó el director, nacido en Córdoba y que desde hace dos años reside en Buenos Aires, donde se rodó la película. También Ulises Rosell mostró Bonanza, documental que obtuvo ya varios premios internacionales. Los protagonistas de su film son los miembros de una familia de cazadores y chatarreros “que viven de manera salvaje” a cuarenta kilómetros de Buenos Aires, pero podrían vivir en cualquier lugar de Latinoamérica.