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El martes por la noche, Estela Carlotto estaba reunida con su familia cuando sonó el teléfono. Levantó el tubo creyendo que era un periodista, ya que a raíz de los indultos a Enrique Gorriarán Merlo y Mohamed Alí Seineldín había sido requerida por los medios durante todo el día. Pero quien había llamado era alguien menos esperado.
–Hola, Estela, ¿cómo le va? Discúlpeme que la llame a su casa pero he escuchado los comentarios que hizo sobre mi persona, creo que es porque no me conoce, yo soy muy sensible a esos temas, a las cuestiones de derechos humanos.
Era el designado ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Gustavo Beliz.
Beliz se comunicó con la presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo después de escuchar algunas cosas que Carlotto había dicho por la radio. Cuando le preguntaron por la designación del ministro que debe ocuparse de las áreas más sensibles a los organismos de derechos humanos, ella, que puede ser muy crítica sin ser grosera, no se guardó lo que pensaba: “Me preocupa porque no conozco que tenga antecedentes en la defensa de los derechos humanos. Además, es una persona que estuvo muy cerca de Domingo Cavallo que, para nosotros, fue un personaje nefasto”.
Estas palabras, escuchadas por el equipo de prensa y por la esposa de Beliz por Radio Mitre, fueron las que ocasionaron la comunicación en la que el futuro ministro (que aclaró que le costó hacer el llamado porque es vergonzoso) tendió un puente hacia las Abuelas.
“Yo opiné. Es cierto que no lo conozco, pero lo que dije es que nunca lo escuché pronunciarse sobre estos temas y que estuvo junto a un personaje que fue terrible, que es Cavallo. Esa es mi verdad”, fue la respuesta de Carlotto a Beliz. Y el diálogo continuó de esta manera:
–Yo la respeto muchísimo, la aprecio y desde mi gestión voy a cooperar con ustedes a puertas abiertas. Sepan que pueden contar conmigo incondicionalmente y cuando quiera nos podemos reunir para lo que las Abuelas necesiten.
–Le agradezco. Me tranquiliza su disposición, lo vamos a tener en cuenta y vamos a ponernos en contacto porque hay mucho para hablar. Imagínese que seguridad, justicia y derechos humanos es un ministerio de demanda permanente y ahí tenemos a la Conadi (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad), que es de imperiosa necesidad que se fortalezca.
La conversación no duró mucho más y finalizó en buenos términos. A Carlotto le cayó bien la predisposición al diálogo del futuro ministro y ex integrante del gabinete de Carlos Menem.
La cartera de Justicia tiene importancia especial para Abuelas ya que allí funciona la Conadi, que es el organismo estatal que canaliza la búsqueda de los niños, hoy jóvenes, apropiados durante la última dictadura militar. Las Abuelas quedaron conformes con la gestión de Juan José Alvarez y en especial con el secretario de Derechos Humanos, Oscar Fappiano, ya que esperan que conserve el cargo.
La titular de Abuelas adelantó que hará uso de la invitación que le hizo Beliz y que además, como es costumbre de la institución con todos los presidentes, pedirá una entrevista con Kirchner.
Más allá de estos diálogos privados, Beliz no hizo declaraciones públicas. Para eso espera la llegada a Buenos Aires del presidente electo Néstor Kirchner. Mientras, se dedicó a preparar los lineamientos de su gestión y al armado de su gabinete que integrará el fiscal Norberto Quantín.