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El actor y director Clint Eastwood fue la figura excluyente de ayer en Cannes, donde presentó su nuevo film y fue distinguido por sus pares franceses –en una ceremonia privada– con el premio Carroza de Oro. Al presentar su film Mystic River, Eastwood afirmó que “tuve una gran novela, un excelente guión y un formidable plantel de actores, por lo que me limité a quedarme en el fondo y no arruinarla”. Eastwood llegó a la Costa Azul en compañía de su esposa Dina y de su hija Morgana: sigue siendo reacio a la exposición pública y apenas se mostró en la rueda de prensa y en la exhibición nocturna de su película en la sala Louis Lumière. “Cuando termino un film –se explayó– siento que dejó de ser mío, que pasó a pertenecer al público. Por eso pensé: ¿Por qué no pasarle Mystic River al público de Cannes? Por otro lado, sé del cariño que me tienen los franceses. Y además, los programadores de Cannes fueron a Los Angeles, vieron la película aún sin terminar y así y todo la invitaron para la competencia oficial.” Autor fundamental del cine estadounidense de los últimos 20 años con obras como Bird, Cazador blanco, corazón negro, Los imperdonables, Los puentes de Madison, Poder absoluto y Un mundo perfecto, Eastwood puede terciar perfectamente por el palmarés de Cannes, en un año en el que no abundan las películas destacadas. En Mystic River narra una dramática historia signada por la violencia y la culpa, protagonizada por Tim Robbins, Kevin Bacon y Sean Penn. “Me di el gusto en todo. ¡Hasta compuse la música, con orquesta sinfónica incluida!”, señaló.