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Por L. M.

Una jornada y varios personajes, unidos vagamente entre sí, cada uno con sus problemas, miedos y esperanzas a cuestas. Esa es la modesta proposición de Reinas por un día, el segundo largometraje que se conoce en la Argentina de Marion Vernoux (París, 1960), una directora que había llamado la atención con su film anterior, Nada que hacer (1999), donde narraba el encuentro de dos desocupados con una puesta en escena imaginativa y plena de hallazgos. No se puede decir que ése sea ahora el caso.
Marie Laure (Hélène Fillières) tiene 24 años y atraviesa una de esas etapas en las que todo parece salir mal, desde la vida sentimental hasta un corte de pelo. Para colmo de males, no es su día: acaba de descubrir que está embarazada de una relación casual y, como si eso fuera poco, choca un auto que no es el suyo. En su mismo edificio de departamentos, tiene dos vecinos a quienes sólo conoce de vista, pero que le llaman la atención. Uno es un ex animador de televisión que ahora vive en el abandono y la ruina y que añora a quien supo ser la mujer de su vida (Jane Birkin). Otro es un inmigrante español (Sergi Lopez), conductor de autobús, a quien su esposa le informa –en pleno recorrido– que lo piensa dejar. A ese conjunto heterogéneo, el film le suma una fonoaudióloga ansiosa por tener una relación extramarital (Karin Viard) y un recién casado (Jonathan Zaccaï) que no parece demasiado seguro de la decisión que acaba de tomar.
Con todo este conjunto un poco caprichoso, el film pretende explotar la veta que abrió en su momento La belleza de Venus (1999), una exitosa comedia romántica dirigida por Toni Marshall, que también reunía a un rosario de personajes –predominantemente femeninos, en aquel caso– para que el espectador pudiera inmiscuirse en sus penas y alegrías de amor. A diferencia de aquel producto, que estaba mucho mejor cocinado, aquí hay demasiada confianza en lo que se suelen llamar soluciones de guión, esas arbitrariedades que sólo parecen funcionar en los papeles. Para colmo de males, el estilo visual de Reinas por un día es algo indeciso, con momento realistas asociados a otros donde la fantasía romántica se confunde con el mal gusto.