[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El espíritu del viejo maestro Alfredo Bravo estuvo presente ayer en el Congreso. En Diputados su banca quedó vacía y más de uno extrañó sus vehementes discursos. Los senadores, en tanto, le rindieron homenaje donde la mayoría de los bloques destacaron su calidad humana y, sobre todo, política.
“El fallecimiento de Alfredo Bravo para mí es una pérdida personal. Fue uno de esos dirigentes que no sólo nunca se doblaron sino que nunca se quebró.” Con esta frase la senadora porteña Vilma Ibarra comenzó su homenaje con el recientemente fallecido diputado socialista.
Bravo, quien habría ocupado una banca en la Cámara alta de no mediar una impugnación del actual ministro de Justicia, Gustavo Beliz, fue recordado por buena parte de los que deberían haber sido sus pares. Si bien todos realzaron sus condiciones y cualidades, ninguno de los senadores que habló hizo mención al litigio por su banca que todavía permanece sin resolución en la Corte Suprema. “Batallador por los derechos humanos, es una estrella que debe guiar el camino de los hombres que todavía quedamos en el camino”, reflexionó el radical de Río Negro Luis Falcó. Su coterránea Amanda Isidori, de profesión maestra, recordó su condición de líder de la Cetera y su coherencia. Una cualidad que ella abandonó el día que se levantó de su banca para permitir la derogación de la Ley de Subversión Económica que promovió el FMI y que Bravo se opuso con tenacidad.
El último en recordar al viejo maestro fue el bonaerense Antonio Cafiero, quien señaló que Bravo “tenía tres pasiones: la política, el fútbol y el tango”. El veterano justicialista recordó que fue el fundador de la Ctera y la APDH y tras denominarlo como “un verdadero rebelde”, hizo suyas las palabras del desaparecido líder radical Ricardo Balbín cuando en 1974 despidió los restos de Juan Domingo Perón: “Si el féretro de Bravo estuviera aquí, yo le diría que un viejo adversario viene a despedir a un amigo”.
En la sesión de la Cámara baja se determinó que la bandera flameara a media asta durante tres días y los homenajes quedarán para la próxima sesión. La reunión de ayer fue la continuación de la que comenzó hace un par de semanas.