ESPECTáCULOS › “LOS SIMULADORES” SE ALZO ANOCHE CON EL MARTIN FIERRO DE ORO
Argentina es un país lleno de ficción
El programa de ficción de Telefé, cumpliendo con buena parte de los vaticinios, obtuvo anoche el premio mayor en el marco de una ceremonia correcta, con brillos medidos, y pocos momentos polémicos, como es tradición en el rubro.
El programa de ficción “Los simuladores”, de Telefé, ganó anoche el Martín Fierro de Oro, en la conclusión de una velada que terminó sepultando las aspiraciones que al respecto tenía “Tumberos”, de América, que transmitía la entrega. El reparto de premios, según la votación de los socios de APTRA, fue parejo y sin demasiadas polémicas, algo atípico para esta ceremonia, que se prolongó durante más de cuatro horas. En el recuento de galardones Canal 13 ganó 16 premios, América 11, Telefé 7, Canal 7 apenas 1 y Canal 9 ninguno.
La entrega, conducida sin problemas por Soledad Silveyra y Guillermo Andino resultó una de las más normales y previsibles de las que se tengan memoria. Cómo si el mundillo televisivo, lleno de internas, resquemores y odios, hubiese sido contagiado por el momento de buena onda social que acompaña el inicio del gobierno de Néstor Kirchner la ceremonia se caracterizó por la bonhomía y las buenas intenciones. Mirtha Legrand, que ahora tiene programa en el aire, no habló pestes de la televisión actual, aunque si recordó a los que la criticaron. Jorge Lanata no cargó contra funcionario alguno, sino que dedicó su premio a los que esperan un país mejor y más justo, después de recordar a los presentes y los televidentes que el drama de las inundaciones en Santa Fe continúa. Lalo Mir faltó, pero mandó su voz grabada en un casete con una agradecimiento absolutamente formal. El premio al mejor comercial, por “Sopa de letras”, para una marca de caldos, trajo a la fiesta la cálida vez del uruguayo Jorge Drexler, repitiendo como en un mantra “me haces bien, me haces bien, me haces bien”. Piñón Fijo, una verdadera revelación televisiva, se llevó las más unánimes y cálidas palmas de la primera parte de la velada. Roberto Pettinato se puso una máscara como de extraterrestre cuando ganó su premio y después divirtió al público con un discurso agradecido y ocurrente.
La presencia de figuras televisivas como Moria Casán, Pablo Echarri, Nancy Duplaá, Marley, Leticia Brédice, Mariano Martínez, Miguel Angel Rodríguez, Belén Blanco, Karina Mazzocco, Guillermo Francella, Laura Oliva, Millie Stegmann, Mariana Fabbiani, Horacio Cabak, Andrea Frigerio, Valeria Bertuccelli, Facundo Arana, Diego Peretti, Juan Carlos Calabró, Claribel Medina, Mirta Busnelli, Celeste Cid, Gabriel Corrado, Esteban Morgado, Fabián Gianola, Selva Alemán, Florencia Peña, Nacha Guevara, Jorge Guinzburg, Teté Coustarot, Mónica Gutiérrez y Claudio Villarruel, entre muchos otros, sirvió para disimular en cámara algunas ausencias notables, entre ellas, sobre todo, las de Marcelo Tinelli, Adrián Suar, Mario Pergolini y Jorge Rial, pesos pesado del negocio que están a muy prudente distancia de APTRA, entidad con la cual todos tienen internas más o menos fuertes.
La transmisión de América, que en algunos pasajes tuvo insólitos problemas de audio, hizo hincapié en sus figuras pero sin descuidar los rostros de los otros famosos, celebrando su presencia en una ceremonia que vivió como propia. No obstante, más de uno de los presentes fue sorprendido mientras engullía bocados, sin saber que era tomado por las cámaras, o tomaba un buen vaso de vino. En cambio, pocos hicieron, por avivados, las tradicionales muecas de desencanto al perder. Más bien al contrario, acostumbrados a la dinámica, todos los perdedores presentes ensayaron sus mejores gestos ecuménicos a la hora de la derrota en el rubro.
Adrián Caetano envió a recibir su premio como mejor director, por “Tumberos”, a un extra del programa, que en realidad es director de un grupo de teatro que trabaja en una villa. Un galardón a la locutora María Muñoz, que acaba de morir víctima del cáncer, propició uno de los pasajes emotivos de la velada, ya que lo recibió su pareja, que dijo que ella hubiese deseado compartirlo con su familia y con las otras dos ternadas. Este fue uno de los momentos, junto a aquellos en que hicieron uso de la palabra Mirtha Legrand, Lidia Lamaison y Juan Carlos Mareco, en que notuvo sentido que el invitado respetase la indicación de ser breve que estaba pegada en el pupitre desde el que hablaban.