ESPECTáCULOS
En Los Angeles, el cine latino reta a Hollywood
Una muestra dedicada al cine de habla hispana homenajea a Federico Luppi e incluye entre sus films más destacados a “Historias mínimas”, de Carlos Sorín, y “Valentín”, de Alejandro Agresti.
Por Rocío Ayuso
Desde Los Angeles
La alfombra roja se desplegó ayer en Los Angeles en honor al cine hispano con el comienzo del Festival Internacional de Cine Latino de esta ciudad, una muestra que hasta el 2 de agosto reflejará lo mejor de esta cinematografía. “Los ojos de Hollywood ya están abiertos y nos están mirando”, aseguró a la prensa Edward James Olmos, miembro del comité de dirección de esta séptima edición de un festival que, al menos durante unos días, llevará el “cine latino” al corazón de esta industria. Más en el centro no puede estar, ya que se celebra de nuevo en el Teatro Egipcio, en el Bulevar de Hollywood, en el que durante 16 días se proyectarán más de 145 películas y documentales de todo el mundo de habla hispana, además de un programa de cortometrajes y otro educativo. Todo un reto, ahora que es ya el festival de cine hispano más grande de todo Estados Unidos. Pero la actitud de cualquiera de los organizadores sigue el espíritu que caracteriza la lucha de los hispanos para hacerse oír en Estados Unidos, al grito de “sí se puede”.
“Esto no es nada más que la punta del iceberg. Dominamos el hemisferio y vamos a dominar este país. Podemos y debemos”, agregó Olmos, cada día más convencido de que en los últimos “cinco o seis años” ha sido más palpable que nunca la mejora de calidad del cine relacionado con la comunidad hispana en todo el mundo. Igualmente ilusionada pero algo más cauta, la actriz Lupe Ontiveros, parte de los miembros de honor de este festival, describe los siete años de muestra de cine latino “aún como un pollito, pero que va muy rápido y va a lograr un reconocimiento de primera en Estados Unidos”. Se trata de un “pollito”, como dice, alimentado con 19 largometrajes dramáticos en competición, de los que la crítica local espera con interés la proyección de Historias mínimas, de Carlos Sorín, y 13 documentales, entre los que se encuentra el dedicado a Alex Lora, el esclavo del rocanrol.
La noche de apertura fue para Valentín, de Alejandro Agresti, película que ya fue adquirida para su distribución en Estados Unidos. También será proyectada dentro de la sección oficial pero en sesión especial Los lunes al sol, seleccionada para representar a España en los últimos Oscar y que finalmente se estrenará este mes en las salas estadounidenses. “Son muestras que Los Angeles debe tener en su festival de cine internacional. Lo llamamos hispano pero es de todo el mundo y éste es el mejor lugar, porque todos quieren venir a esta ciudad a vender sus películas”, agregó Ontiveros. Lo que también muestra el festival es la cohesión del talento hispano en esta industria que quiere abrir sus puertas a los latinos, quienes representan un 40 por ciento de la audiencia de los estrenos. Como dice Ontiveros, “tenemos una obligación hacia nuestra comunidad y todavía nos queda un rato hasta que se multipliquen las Jennifer López, los Antonio Banderas y los Benicio del Toro”.
“Tenemos que dar más que recibir”, confirma Olmos, cuya dedicación a este festival quedó demostrada desde el primer día, pues se convirtió en el rostro visible de esta empresa. En este mismo espíritu se enmarca el que será uno de los momentos centrales de este certamen, el premio Gabi al actor argentino Federico Luppi. Se trata de un galardón que se hará entrega el sábado 24 de julio en reconocimiento a toda una carrera dedicada al cine, premio que en otras ediciones fue concedido a Carlos Saura, Raúl Juliá, María Félix, Anthony Quinn, Nelson Pereira dos Santos y a Gabriel Figueroa, que dio nombre a este honor.