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Fue una de las escenas más extrañas de la noche, aunque también un buen ejemplo de lo que el marketing panamericano entiende por latinización: el puertorriqueño Ricky “living la vida loca” Martin, el exitoso solista colombiano Juanes y el argentino Vicentico repartían responsabilidades al ritmo de “Matador”, el más resonante éxito de Los Fabulosos Cadillacs. Para completar la mezcla, el encuentro tuvo lugar en el teatro Jackie Gleason de Miami (Estados Unidos), durante la segunda edición de los premios MTV Video Music Award Latinoamérica, una cita en la que también hubo lugar para un monólogo sobre el hiv del actor argentino Fernando Peña, actuaciones de Korn, The Mars Volta, Dido, Iggy Pop y Sum 41 (que, obviamente, buscaron más “brillo” internacional, ya que poco tenían que ver con una celebración de “lo latino”), una aparición vía satélite de Diego Armando Maradona, varios chistes del actor mexicano Diego Luna, exhibición de mercadería a cargo de la modelo Luciana Salazar y lenguas, muchas lenguas en forma de estatuilla. O al revés.
En el terreno de los premios, hubo –como siempre– grandes vencedores y nominados frustrados. En la primera categoría debe contarse a los mexicanos Molotov, que se llevaron cuatro de los cinco rubros a los que aspiraban y así certificaron su ascendente sobre el público latinoamericano (los ganadores se definieron por el voto de la gente, en el sitio de MTV Latinoamérica). El grupo que retornó este año con el potente disco Dance and dense denso se llevó los premios al Video del año (por “Frijolero”), Mejor grupo o dúo, Mejor artista alternativo y Mejor artista/México. La también mexicana Natalia Lafourcade (quien actuó a dúo con sus compatriotas Control Machete) quedó segunda en la tabla general con los galardones a Solista, Artista pop y Artista nuevo/México, mientras que Juanes subió dos veces al escenario para retirar sus lenguas por Artista del año y Artista rock. En cuanto a los perdedores, resultó curioso que Café Tacuba, nominado en cinco categorías y a cargo de uno de los shows de la velada –quizá el mejor– se fuera a su casa con las manos vacías. Lo mismo sucedió con los chilenos La Ley, aunque se dieron el gusto de protagonizar un dueto con la mexicana Ely Guerra para “Duelo”.
¿Y los argentinos? Gustavo Cerati, presente en cuatro categorías por su disco solista Siempre es hoy y en el escenario del Jackie Gleason con “Artefacto”, tampoco tuvo ocasión de dar las gracias. Vicentico sí, aunque la única explicación de su premio al Mejor artista nuevo/Argentina pasa por su debut como solista, ya que viene trajinando las rutas latinoamericanas desde hace años con los Cadillacs. Para Bersuit Vergarabat (quienes mañana pondrán el punto final del Quilmes Rock Festival), el galardón a Mejor artista/Argentina no es más que la confirmación de su popularidad ascendente. En los rubros internacionales, en tanto, las lenguas MTV quedaron en manos de Avril Lavigne (Artista pop), Evanescence (Artista nuevo) y Coldplay (Artista rock).
Pensada como ceremonia de premios pero también como una celebración de los diez años de la señal, la fiesta de la cadena musical tuvo para todos los gustos. Valen como ejemplos las dos puntas de la ceremonia: la apertura corrió por cuenta de una “superbanda” autotitulada The Black Stripes (en alusión a los adalides del retro rock estadounidense The White Stripes) e integrada por el trío mencionado al comienzo, el ex baterista de Soda Stereo Charly Alberti, Alex Lora (de los mexicanos El Tri), Plastilina Mosh, Andrea Echeverri (Aterciopelados) y Jorge González (Los Prisioneros). En el final, Iggy y Sum 41 incendiaron la escena con “Little know it all” y el himno “Lust for life”, obviamente en inglés. En el medio, de todo, hasta una inscripción en la remera de Luna: “¿Y ahora, quién podrá ayudarme?”. ¿Será el Chapulín Colorado el próximo Artista nuevo?