ESPECTáCULOS › ZLOTOGWIAZDA, PAENZA Y TENEMBAUM HABLAN DEL PROGRAMA “PERIODISTAS”
“Existe una demanda de periodismo”
El trío define su movida de “Día D” a un programa propio como “un proceso natural, que tarde o temprano iba a darse”. Para los tres, independizarse y lograr un producto creíble resulta “un desafío bárbaro”.
Por Mariano Blejman
La independización de Adrián Paenza, Marcelo Zlotogwiazda y Ernesto Tenembaum fue una de las noticias del verano televisivo: Jorge Lanata se quedaba sin buena parte de su soporte periodístico. Pese a que la salida de los tres del equipo fue conflicto mediante, los tres mosqueteros eligieron no ahondar en los problemas, sino abocarse a su nuevo proyecto, el programa “Periodistas”, los domingos por la noche por América. “El final del trabajo con Lanata fue un proceso natural, algo que iba a producirse en algún momento”, asegura Zlotogwiazda. “Lo teníamos pensado hacer antes, pero se dio recién este verano”, aseguró Paenza. “Periodistas”, un proyecto arriesgado, ya que compite con “Fútbol de Primera” y “Hora Clave”, arrancó, empero, con buen pie, y parece tempranamente consolidado, pese a la debacle económica que lo circunda.
–¿Puede dañarse la televisión si sigue bajando la torta publicitaria?
E. T.: –No creo, en todo caso ganaremos menos. En inversión publicitaria puede ser que haya caído. Pero en calidad, no. Yo vi en Estados Unidos algunos productos muy buenos, pero el viejo “Nuevediario” era un lujo al lado del amarillismo estadounidense. Los talk shows fueron copiados del “Show de Cristina” de Estados Unidos. La “Máquina de la verdad” de Chiche Gelblung vino de España. La crisis argentina nos da una gran oportunidad de hacer mucho con poco. Pizza, birra, faso es otro ejemplo de la ficción argentina. No deberíamos encontrar en la falta de recursos una baja de calidad. La explosión de periodismo democrático con Lanata, “Telenoche Investiga”, Luis Majul y “Puntodoc” son buenos ejemplos.
–¿Es barato hacer periodismo?
A. P.:– También hubiera sido barato hace 10 años. El asunto es que ahora existe una demanda diferente de periodismo creíble.
M. Z.: –Y hoy está claro que es rentable.
E. T.: –Lo primero es tener amor por lo que se hace. Si no nos va bien valió la pena. Con esta receta nos fue bien cuando empezamos. Yo nunca imaginé dirigir una revista. Quería ser un periodista más o menos destacado de Página/12. A eso quería llegar.
–Con Duhalde no hubo tiempo para grandes investigaciones.
M. Z.: –La corrupción de este gobierno no es un tema, hasta ahora. No creo que sea un tema real, más allá de que nadie descubrió nada. Si quisieran, no tienen ni tiempo. En cuanto a la historia de Duhalde, está recontradicha.
–No hay más corona.
A. P.: –Claro que la hay.
M. Z.: –Ese fue un mal malentendido, por el buen uso de un libro famoso, por la frase de José Luis Manzano. Pero la corona fue robar para ellos. La corona era el partido, la política y ellos. Fue la constante desde el gobierno de Alfonsín.
–¿Cómo sienten los primeros programas?
A. P.: –Es un desafío bárbaro. Hay un clima de mucho entusiasmo y mucha adrenalina. Fue más fácil hacer un programa diario que una vez por semana y no entiendo bien por qué. Encima tenemos que hacerlo los domingos a la noche, que no es menor.
M. Z.: –El desafío es mayor de lo que pensaba. Hay que enfrentar más cosas de las que imaginaba.
E. T.: –Hasta ahora aportábamos a la manera de contar de Lanata. Estábamos predeterminados por ese esquema. Ahora con una conducción tripartita tenemos que hacer un semanario y encontrar un perfil para decir “esto somos nosotros”. Hay que confiar en la sociedad democrática. El producto de “Día D” no estaba en los planes de nadie. Cuando se junta un grupo de contenido fuerte puede darse un tropiezo, pegarse un porrazo, pero no es fácil sacarlo del medio. Porque es negocio.
–¿Se sienten más solos?
A. P.: –Yo trabajo en la televisión desde 1972, en blanco y negro. No puedo sentirme solo.
M. Z.: –Tenemos que aprender y acostumbrarnos a determinadas cuestiones de roles que no teníamos. El tiempo nos permitirá tener mayor espacio. No es un problema de estar frente a la cámara, es el hecho de conducir un programa. Nosotros nos podremos dar determinados lujos con el tiempo.
–Pero estaban consolidados...
M. Z.: –No como un producto nuevo.
E. T.: -Queremos hacer un programa de información y entrevistas. Ahora, ¿cuánto le damos a cada cosa? ¿Qué es lo más interesante en cada momento?