ESPECTáCULOS
“Yo sé que mi figura es mi carta de presentación”
Este miércoles, Pamela David comenzará un ciclo en Playboy con el que explotará a fondo sus atributos, sin culpa. “Sé que nunca me va a llamar Santo Biasatti para dialogar sobre política”, ironiza.
Por Emanuel Respighi
Mucho ha cambiado la vida de Pamela David en siete años. De su Santiago del Estero natal al frenético ritmo de Buenos Aires, del sueño de ser una prestigiosa actriz teatral a su caliente paso por el reality show El bar, de sus estudios universitarios en Administración de Empresas a formar parte del staff de modelos de la agencia de Ricardo Piñeyro, de modelo de segundo orden a objeto sexual capaz de robarle los comentarios más osados a cualquier argentino. La ascensión mediática de la morocha fue fulminante, casi como la impresión que causan sus curvas en cualquiera de sus producciones fotográficas o sus salidas diarias en el humor picaresco de La peluquería. Pero Pamela ya no se conforma con la pose provocativa y casi desnuda en las tapas de revistas. La santiagueña se anima a dar un paso más a la hora de hacer los ratones: desde este miércoles a la medianoche, la morocha debutará en la conducción de Pamela.sex, un ciclo erótico semanal que se emitirá por la pantalla de Playboy.
David ya se puede dar por satisfecha: ni modelo ni vedette. Ahora forma parte del privilegiado mundo de las conejitas. Con un detallado cuidado de la imagen, Pamela.sex es un ciclo en el que la pulposa morocha presentará sus propias fantasías sexuales, a través de la concreción de sus sueños por otras personas. El programa, con estética porno soft, marca la llegada a “las grandes ligas” del sexo televisivo de la morocha que se hizo reconocida por el público a partir de su paso por la segunda edición del reality show El bar. El programa es producido por el reconocido fotógrafo Gabriel Rocca, quien ya tuvo su incursión televisiva con la producción de los portfolios en Sábado bus y de Fantasías, el ciclo de TV en el que gente común cumplía sus sueños a través de una lograda producción fotográfica. “Hay algunas anécdotas que son mías y otras aportadas por un equipo de guionistas. Hay fantasías sexuales que a partir de verlas en pantalla ya las adopté. Porque las fantasías no pertenecen a una persona, sino que son de todos. Todo el mundo tiene fantasías sexuales, aunque nadie se haga cargo de contarlas en público. Ahora tengo más fantasías sexuales que antes”, señala la voluptuosa morocha en diálogo con Página/12.
–¿Cómo llegó la propuesta a sus manos?
–Playboy hizo un casting con la agencia de Ricardo Piñeyro. En cuanto me lo propusieron, me encantó. Siempre me había gustado la interacción con la gente y el público. Ya había tenido participación con el público el año pasado, con un especial sobre sexo que había hecho junto a Ronnie Arias para MTV. Era una especie de consultora sentimental. Esta propuesta me gustó mucho porque Playboy no sólo se ve en la Argentina, sino que llega a toda Latinoamérica. Es una de las cinco marcas más conocidas en todo el mundo. Creo que es un gran paso para mi carrera, ya que es un vehículo para que me conozcan fronteras afuera del país. Cuando me enteré de que la producción la hacía Gabriel Rocca, me convencí que lo debía hacer.
–Recién dijo que le gustaba ese “ida y vuelta” con el público. En el programa va a tener una comunicación que va más allá de la verbal, mucho más hot...
–En Conexión yo era una consultora sentimental donde los adolescentes me hacían preguntas sobre la pareja. Pamela.sex es mucho mas hot, más subido de tono. No va a ser un ciclo pornográfico en sí, es un programa erótico para solos y también para parejas. Yo tengo Playboy en casa y lo miro, me gusta mucho.
–¿Cuál es su límite en materia sexual televisiva? ¿Cree que éste puede ser el primer paso para protagonizar una película pornográfica?
–El problema es que en Argentina todo lo que se refiere al erotismo está bastardeado. Yo estoy agradecida a Playboy, que por suerte me eligió a mí para realizar un ciclo erótico televisivo. Sinceramente, si Playboy me ofrece hacer una película pornográfica me animaría a hacerla sin problema. Aunque hoy no está en mis planes. Es un canal que trabaja muy seriamente, con mucho cuidado de producción. Por eso nunca dudé en aceptar la propuesta, desechando lo que pueda llegar a pensar la gente prejuiciosa.
–Su figura dejó rezagado su deseo de ser actriz teatral. Pronto se dio cuenta de que, al menos en Argentina, era más fácil ingresar en el mundo del espectáculo por su físico...
–Yo no voy a ser hipócrita: sé que mi figura es mi principal carta de presentación. Y probablemente no habría llegado hasta donde llegué si no fuera por mi físico. Pero yo me siento muy cómoda conmigo misma. No me lo reprocho. Y tanto Gerardo Sofovich en La peluquería como Rocca en Pamela.sex me hacen sentir cómoda, aun cuando sé que vendo mucho por mi físico. Soy consciente de que nunca me va a llamar Santo Biasatti para dialogar en radio sobre la política nacional. Tampoco lo deseo. Pero no me siento mal. Al contrario, estoy superhalagada de haber sido elegida por Playboy como la representante de la sensualidad y la belleza latina. ¿O acaso a los seres humanos no nos gusta que se nos señale nuestra belleza física, además de la espiritual?
–Pero también somos bastantes prejuiciosos en lo referente al sexo...
–Para mí es mucho más chato una producción fotográfica de modelos casi desnudas, sin sentido, que un ciclo erótico bien cuidado. Playboy tiene una visión machista. Pero no es un canal que sólo miran los hombres. Playboy es una señal que también miran las mujeres. ¿O sólo los hombres se pueden excitar? Yo lo veo y me gusta mucho. Pamela.sex será un ciclo que tendrá mucho para ofrecerles a las mujeres. Hablar de sexo es lo más normal del mundo. Hay que hablar del sexo sin culpa. De sexo hablamos con nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo y hasta con algunos familiares. Muchas de las cosas cotidianas las hacemos pensando en el sexo. El problema es que somos una sociedad bastante retrógrada en lo que a sexo se refiere.
–¿Cuán importante es el sexo en la vida de Pamela David?
–Es un aspecto importante y necesario. Pero no hay con qué darle cuando estás enamorada. No hay comparación cuando uno hace el amor. Pero mucho mejor es hacer el amor en forma divertida, ¿o no?