ESPECTáCULOS
El domingo, combo de tres documentales de Lejtman
El periodista propone, a través de tres variantes tan disímiles como las que hacen confluir a Juan Domingo Perón, Emilio Massera y a Paulo Coelho, una revisión documentada para construir relatos de la historia reciente.
Por J. G.
Los produce en forma artesanal, se corre del “atado con alambre”, invierte en fotos y materiales inéditos para reconstruir una época o un retrato. La ambición de Román Lejtman, cuando diseña sus documentales, es conseguir el mismo impacto, con sus personajes, que el que surge en una tira de ficción (ante un doble histórico) o frente a la noticia de actualidad. Sus historias deberán ser vívidas y cercanas, salidas del prejuicio condenatorio o del consenso que aclama. En Coelho, guerrero de luz (a las 21, por AyE Mundo), el primero de este combo de domingo, la biografía del escritor brasileño ilumina un pasado imprevisto: el paso de Paulo Coelho por una militancia de izquierda, el trabajo político previo al brote místico y la posterior incursión en la veta new age.
La de Lejtman es una opción por el soporte audiovisual que no se fija límites temáticos y siempre entiende a la investigación histórica como un modo de revisar cuentas pendientes. No lo hace al modo ascético del National Geographic, ni con el efecto de imparcialidad de un noticiero, sino comprometido con una postura editorial. Su segunda propuesta transcurre en París y es la crónica de cómo funcionaba el escalofriante Centro Piloto París: la dictadura sin fronteras (a las 22, en Infinito). “Durante la dictadura –dice Lejtman–, existía en París un centro de operaciones de la Junta Militar en Europa que promovía la candidatura de Massera para la presidencia. El documental cuenta esa historia: de cómo se extorsionaba a los gobiernos europeos y se infiltraban espías en los organismos de derechos humanos.” El videasta retrocede a los años de plomo para narrar la historia trágica de Elena Holmberg, su asesinato, y el caso de una extorsión de Massera al presidente Valerie Giscard D’Estaing, a quien obligó a recibirlo tras ofrecer la liberación de detenidos franceses en Buenos Aires. Se verá la llegada de Alfredo Astiz a París, y cómo se fue infiltrando en diversos grupos de activistas por los derechos humanos. Para producirlo, un equipo de periodistas viajó a Francia para documentar el funcionamiento de la dictadura a distancia pero también con la intención de ver de cerca cómo fueron organizándose movimientos de protesta. “Estos temas te sacan del día a día, corren de la coyuntura, resignifican el presente de la Argentina”, argumenta Lejtman.
A las 23, en América, se completa el combo documental con Juan Domingo Perón: el general en su laberinto, un retrato histórico que se suma al boom de la ficción por la figura de Perón (en Ay Juancito, en Padre Coraje) pero para narrar “una historia que sucedió y está probada –asegura el productor–, aunque a veces sorprenda y parezca mentira”. La imagen se detiene en los extraños y vertiginosos ascensos de Isabelita (del cabaret de Panamá a la presidencia) y de López Rega (de casi mucamo a figura de máximo poder) para observar los azares y dislates de la estructura dominante en la Argentina. “Aquí se ve un Perón real –dice Lejtman–, el de la no ficción, a través de imágenes inéditas compradas en Europa y Estados Unidos.” A treinta años de su muerte (que se cumplen el 1° de julio), Lejtman creyó oportuna una revisión histórica sobre un personaje del que abundan relatos sesgados y pocas veces bien documentados. El trabajo incluyó viajes por el mundo en busca de coleccionistas y la persuasión a fanáticos de que cedieran sus fotos y recortes, así como la entrevista a testigos presenciales de estos hechos. “Por momentos –dice Lejtman– lo que se cuenta puede ser tan extraordinario e inverosímil que hay que ofrecer evidencia concreta para que te crean.”