ESPECTáCULOS
PRIMERA PERSONA
Alquilé Good bye Lenin!, de Wolfang Becker. Me encontré con un film interesante y podría decir que por varias razones. El modo de cruzar el relato de lo público y de lo privado de manera tan orgánica y fluida permite ver el derrumbe de esos sueños ideológicos (la caída de la Alemania socialista) al tiempo que se construye el amor de un hijo por su madre. Resulta llamativo cómo el relato filtra con pequeños apuntes el cambio de la iconografía de un modelo por la imposición del capitalismo. Una película que supo acompañar enriquecedoramente mis desvelos.