El cantante Sandro finalmente no pudo ser acusado ni sobreseído. El juez Ricardo Warley le dictó “falta de mérito” en una causa que le había iniciado la viuda de Oscar Anderle, coautor de la mayoría de sus éxitos. Se pedía un millón de pesos por supuesta mala liquidación de las regalías surgidas de la venta y difusión de esas canciones.