ESPECTáCULOS
Maxwell Smart, pero en pañales
Por Roque Casciero
En la televisión de hoy, las series norteamericanas llegan a la pantalla argentina con unos pocos meses de retraso respecto de su estreno original. Sin embargo, Uniseries se apresta a emitir, hoy a las 18, por primera vez en América latina, el piloto de un programa que salió al aire en la NBC el 18 de setiembre de 1965. Esto no significa que la señal especializada en series de antaño pretenda testear la calidad del ciclo, porque tiene un reconocimiento indiscutible. Más bien, lo que hará Uniseries será saldar una deuda con los seguidores de un clásico del humor. “Mr. Big” es el capítulo cero de “El Superagente 86”, nada menos, y uno de los únicos tres episodios que escribió Mel Brooks, creador de la serie junto a Buck Henry.
El piloto presenta similitudes y diferencias con lo más conocido de Maxwell Smart (encarnado por Don Adams, por supuesto) y compañía. Entre las primeras, hay que anotar el uso del zapatófono, indispensable herramienta de comunicación para el “temible operario del recontraespionaje”. También aparecen el cono del silencio, el perro Colmillo, la agente 99 (Barbara Feldon), el jefe de Control (Edward Platt) y varios de los latiguillos del 86 (“¿Me creería usted si le digo...?”). Atentos a las diferencias: fue grabado en blanco y negro; el doblaje de la voz de Smart es distinto y el Superagente debía fichar cuando llegaba a la oficina del jefe. Pero lo más notable es que el líder de la malvada organización KAOS no era el famoso Sigfrido, quien recién llegaría en la segunda temporada de la serie. Su predecesor era Mr. Big o Magno quien, a pesar de su nombre grandilocuente, medía poco más de un metro.
En el capítulo cero, Magno rapta a un científico y roba su creación, un aparato llamado “Inthermo” que genera rayos destructivos. La misión de Max es impedir que KAOS utilice ese poder para volar la Estatua de la Libertad. Además de la ayuda del fiel (pero temeroso) Colmillo, el torpe Superagente cuenta con el apoyo de la 99, a quien conoce disfrazada de chofer de limusina. El amor los une enseguida... Bah, luego de que él se da cuenta de que ella no es un hombre.
“El Superagente 86” duró cuatro años en la pantalla de la NBC, entre 1965 y 1969, y uno más en la CBS. En realidad, el proyecto había sido ofrecido originalmente a otra señal, ABC, pero sus “visionarios” directivos lo desestimaron por considerarlo “poco gracioso”. En plena Guerra Fría, los espías como James Bond y “El agente de CIPOL” (Barbara Feldon había trabajado en un capítulo de esa serie) estaban muy de moda. Entonces, Don Melmick, gerente de la productora Talent Associates, convocó a Brooks y Henry para darle forma al personaje. Fue Brooks quien bautizó al héroe, quien creó el zapatófono y el cono del silencio y quien rechazó la sugerencia de la ABC de incluir en la serie a la madre del protagonista. Al principio se había pensado en Tom Poston para encarnar al Superagente, pero con el cambio de canal fue Don Adams quien se quedó con el papel. Un rol que lo marcaría en toda su carrera, para bien y para mal. En 1980, volvió a encarnar a Smart en la película La bomba que desnuda y nueve años más tarde en el telefilm Get smart again! El último intento de revivir al recontraespía fue en 1995: Max era el jefe de Control y la 99 se había convertido en congresista. Duró apenas siete episodios. Pero la serie original aparece seguido en los canales de aire de la Argentina, igual que todo el mundo, y además Uniseries programa sus capítulos de lunes a viernes a las 20. Lo que se dice un clásico de la cabeza a los pies. O, en este caso, de la cabeza al zapatófono.