ESPECTáCULOS › FITO PAEZ, DE GIRA POR ESPAÑA
“Necesitaba tocar”
Agotado por la experiencia de su primer estreno, el músico lleva adelante un tour por cinco ciudades en el que, según cuenta, disfruta el enorme placer de actuar sin necesidades promocionales.
Por Fernando Martín
Desde Madrid
Tras la fuerte experiencia de su debut como director con Vidas privadas, pasada la fiebre de la promoción y el estreno y las polémicas por algunas críticas recibidas, Fito Páez encara ahora una cura musical. Aparentemente relajado, aunque con signos evidentes de vivir una fuerte tensión interior, Páez alude a su necesidad de alejarse un poco de lo que tenga que ver con la pantalla grande y actuar como músico en vivo: “Estuve un año trabajando en la película y es un trabajo muy solitario y con mucha presión. En agosto llamé a los muchachos y les dije: ‘¡No puedo más! ¡Armenme una gira, aunque sea por bares!’”. Así, en estos días Fito se da el gusto y actúa en España: se trata de un viaje no demasiado extenso, que incluye a Santiago de Compostela, Madrid, Salamanca, Cartagena y Barcelona. Pero, ante todo, el compositor, pianista y cantante resalta el ambiente de libertad que envuelve la gira: “Es tocar sin la presión de presentar un disco, sin promoción, sin nada. Armamos el repertorio quince minutos antes de tocar y lo cambiamos en el escenario. No nos atamos a ninguna clase de género: será el que tengamos ganas de hacer en cada momento. Es todo muy estimulante, porque realmente necesitaba tocar, el escenario, la luz, la ceremonia, la celebración que es un concierto. Me hace bien”, señala.
El artista argentino admite la especie de esquizofrenia que destilaba su último disco, Rey sol, en el que, junto a la felicidad y la plenitud que sentía tras la llegada de su primer hijo, también cabía la desesperación por la situación que vivía Argentina y que ha desembocado en un colapso económico y social. Un colapso que lleva a que Fito, que se ha separado momentáneamente de su esposa, la famosa actriz Cecilia Roth, no exhiba ningún optimismo en el análisis que realiza sobre su país: “Hay dieciséis millones de pobres y ocho millones de indigentes. Es decir, ocho millones de personas que viven muy por debajo de los niveles de pobreza. Eso significa que no se sabe dónde van a dormir, que no se sabe dónde van a comer... Eso genera violencia, robo, locura... Y no hay estructura capaz de gobernar o, simplemente, de atenuar eso”.
Páez cree que de semejante situación muchos sacarán lecciones de humildad. “En Argentina todos somos siempre lo más en todo. Pero la suma siempre da menos. Algo estaremos haciendo mal, entonces.” Y reivindica también el derecho a la risa para evitar que se produzca la deshumanización completa por la vía de la desesperación: “Cuando Charly García cantaba hace más de veinte años ‘la alegría no es solo brasilera’, estaba intentando meter la risa en todo. No la risa ‘peronista’, sino la risa del porro, y no lo digo como apología de nada. Es la risa del pillo, del niño, la risa linda. De alguna manera ese fue un territorio que él intentó explorar y que yo intento continuar”.