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Un nuevo coloso del negocio de los medios acaba de formalizarse: el empresario Carlos Avila, dueño mayoritario de Torneos y Competencias y América TV, se asoció con el Grupo Uno, cuyas cabezas visibles son los mendocinos Daniel Vila y José Luis Manzano. Cómo el Grupo Uno maneja buena parte de los canales de cable del interior del país, el nuevo holding dispone de un vasto poder de penetración en la opinión pública. “Creemos que estamos dando forma a un poderosa nueva empresa, que se llama América Multimedios”, dijo ayer el vocero del Grupo Avila, Gabriel Hochbaum. Antes de concretar la negociación, Avila había llegado a un acuerdo para ceder al grupo mendocino las acciones de las revistas El Gráfico y La Primera. “Avila está cansado de poner dinero en el canal y necesitaba alguien con efectivo”, se sinceró ayer un negociador del Grupo Uno.
La oficialización del nuevo negocio de ambas partes fue por medio de un comunicado de prensa, con el siguiente texto: “Avila Inversora SA, propietaria de la mayoría de las acciones de América 2, concretó una fusión con la empresa de televisión abierta del Grupo Uno cuyos dueños mayoritarios son Daniel y Alfredo Vila, con el cual se creó un nuevo grupo que presidirá Carlos Avila”. A ese grupo se incorporan además de América y TC, Canal 7 de Mendoza, 8 de San Juan, 9 de San Rafael, 10 de Junín, Cablevisión Noticias CVN y un sinnúmero de canales de cable. La sociedad contará con una participación del 20 por ciento de Ambito Financiero, el diario cuyo accionista mayoritario es Julio Ramos. “Antes que nos pregunten debemos aclarar que Raúl Moneta no tiene nada que ver en todo esto”, dijo ayer el vocero de Avila. Vale la pena recordar que una porción de América TV, el 17,5 es propiedad de Eduardo Eurnekian, dueño a su vez de Aeropuertos 2000, en tanto el restante 82,5 ahora es de América Multimedios.
Fuentes de la negociación afirmaron anoche que Avila un pasivo de 35 millones de pesos por lo que necesitaba con urgencia oxigenar sus finanzas.
El grupo Uno aportaría por ingresar a la sociedad una cifra no precisada aún –entre cinco y diez millones– que le permitiría al grupo salir del concurso de acreedores en que se encuentra América. “Sin embargo, no va a modificarse ningún funcionario del área directiva, ni va a entrar ninguna persona nueva a gerenciar la televisión”, afirmó Hochbaum a Página/12, saliendo al cruce a varias versiones coincidentes al respecto.
La operación, dijeron los nuevos socios, “tiende a conservar las propiedades en manos nacionales; permitirá tomar ventajas entre las economías y las sinergias de los distintos medios y afrontar una mejor posición en un rubro con extremas dificultades. Por último, apunta a la construcción de un espacio para el diálogo nacional”. La nueva estructura tendrá como gerente general a Juan Cruz Avila, hijo de Carlos, quien actualmente se mantiene en la gerencia de América. Según su vocero, Sergio Resumil, Eduardo Eurnekian no participó de la negociación, de la que “se enteró viendo televisión igual que todos”. Ayer se informó de la fusión en la pantalla de América. Avila le debe por la compra de América unos 30 millones de pesos a Eurnekian.
Vila llegó ayer desde Mendoza a Buenos Aires para presentar hoy el nuevo holding en sociedad. La confusa maraña de medios y conformación de sociedades ha sido un modus operandi habitual desde la conformación de su grupo, que tuvo como socio fundador al fallecido cubano anticastrista Jorge Mas Canosa. Desde hace unos años, el grupo compuesto por Daniel Vila y Alfredo Vila tiene a Manzano como negociador y contacto con los políticos. El grupo, que tiene negocios en el interior, también despertó la curiosidad de la Justicia. En junio de 2001, la Sindicatura General de la Nación, por entonces a cargo de Rafael Bielsa, presentó al juez Claudio Bonadío una imputación al Grupo Uno por presunto lavado de dinero por una suma estimada en 600 millones de dólares. En Mendoza, Bernardo Ruti, ex mano derecha de Vila entre 1996 y 1998 también lo denunció, acusándolo de lavado de dinero y evasión impositiva. Según Ruti, los millones usados por el Grupo Uno para comprar decenas de canales del interior del país fueron “obtenidos ilícitamente durante el paso de Manzano por la función pública”.
En esa causa la Justicia sigue investigando el origen de unos 400 millones de pesos empleados para comprar medios.