SOCIEDAD › PARA BAJAR LAS NAPAS, SE EXTRAERA Y USARA EL AGUA
La solución del bombeador
La Legislatura porteña dispuso que el gobierno instale bombas de agua en las zonas donde la subida de las napas afecta las construcciones. Se usará el agua en la industria y para riego.
Por Eduardo Videla
Si aparece agua en los sótanos y subsuelos de edificios en algunos barrios porteños, no es porque la ciudad se hunde sino porque el agua sobra y sale a la superficie. Para contrarrestar este fenómeno, que provoca estragos en comercios y viviendas de Villa Devoto, Versailles y Villa Real, la Legislatura sancionó ayer una ley que obliga al gobierno porteño a instalar bombas para extraer el agua subterránea, que brota en las construcciones bajo nivel y socava los pavimentos. La iniciativa fue impulsada por vecinos de las asambleas barriales y recogida por algunos legisladores. El gobierno deberá promover además, mediante incentivos fiscales, el uso de agua de las napas subterráneas para actividades industriales y comerciales, y para el riego de parques y plazas. Los gastos que demanden las nuevas instalaciones deberán reclamarse a los responsables de este fenómeno. El secretario de Obras Públicas, Abel Fatala, anunció a Página/12 que ya acordó con Aguas Argentinas la instalación de estaciones de bombeo. “La principal estará en la Mutual Eslovena, de Villa Real, que es el lugar más afectado”, adelantó.
La ley sancionada ayer declara la Emergencia Hídrica Freática de la ciudad por un plazo de un año. Esto implica que el gobierno deberá destinar esfuerzos y recursos, durante ese lapso, para resolver el problema. Entre los esfuerzos, tendrá que realizar un estudio integral –junto con la Nación y la provincia de Buenos Aires– para determinar las causas del fenómeno y adoptar una solución definitiva. Mientras, deberá proveer y colocar bombas depresoras en las zonas más afectadas.
El agua que brota en los subsuelos proviene de la napa freática, que es la capa más superficial de agua subterránea. Está contaminada y no es apta para el consumo humano. Desde hace siete años produce un ascenso de su nivel, fenómeno que comenzó a registrarse en localidades del sur y del oeste del Gran Buenos Aires y que en la ciudad apareció hace un año y medio.
“Los sótanos se inundan, los cimientos de las casas se humedecen, se rajan las paredes y hay lugares donde el pavimento se rompe porque el agua socavó la base de tierra”, enumera Osvaldo Avella, miembro de la Asamblea Plaza Villa Real, una de las impulsoras de la ley. “Tomamos el tema en enero, convocamos a especialistas, redactamos el proyecto y se lo llevamos a todos los bloques”, agregó el dirigente. La propuesta fue recogida por el diputado Patricio Echegaray (Izquierda Unida) y consensuada luego con iniciativas presentadas por Fernando Caeiro y Cristian Caram, de la UCR.
La lógica de la propuesta consiste en que si el agua es extraída por bombeo, la napa baja y por lo tanto deja de empujar hacia la superficie. También se propone fomentar el uso de líquido extraído de la napa –en lugar del proveniente de la red– para uso industrial, lavaderos de autos, riego de parques y plazas, y otros usos que no involucran el consumo humano. Para eso será necesario realizar perforaciones e instalar equipos, lo que deberá ser incentivado mediante beneficios fiscales.
El crecimiento de las napas obedece a varias razones, según los especialistas consultados: el aumento de la intensidad y frecuencia de las lluvias, el menor uso de agua de pozo en el Gran Buenos Aires por la caída en la actividad industrial, las fugas de la red de agua potable –estimadas en un millón de litros por día en toda la ciudad– y la construcción por parte de Aguas Argentinas del río subterráneo de Saavedra a Morón, “que vuelca agua del Río de la Plata hacia la provincia pero no la devuelve al río porque en esa zona faltan realizar cloacas. Ese líquido va a parar a los pozos y de allí a la napa freática”, explica Avella.
Un centenar de vecinos acompañó ayer la sanción de la ley. El próximo jueves, a las 19, volverán a reunirse en la Mutual Eslovena Triglav, Porcel de Peralta al 1400, un encuentro al que están convocados todos los responsables del conflicto: autoridades nacionales, provinciales, de los municipios vecinos, el gobierno porteño, el Etoss, el Ente de la Ciudad y las Defensorías del Pueblo.