ESPECTáCULOS
En el mundo de MTV y Much Music, las parejas bien pueden ser tríos
Los programas “Dismissed” y “Cupido 3” chocan con las ideas tradicionales sobre el noviazgo: en sus citas, tres no son multitud.
Por Julián Gorodischer
Lo hacen todo de a tres: se encuentran en una casa o en el bar y empiezan con la cita de rigor, que en todos los casos respeta las mismas convenciones. A saber: preguntas triviales sobre usos y costumbres, seguido de un catálogo de objetos, fotos y paisajes de interior y, después sí, el momento caliente de “Dismissed”, de MTV: un intercambio de besos para saber quién es mejor porque, a fin de cuentas, esto es una competencia. La chica sólo se quedará con uno de los dos, y el cortejo se prolonga como si se tratara de un concurso. Fórmula simple y repetida, tal vez, pero altamente rendidora a juzgar por la rápida escalada del programa que, a pocos meses de su estreno, es uno de los cinco más vistos de la señal de videos musicales. Como si eso de andar armando parejas por el mundo sonara anticuado o demasiado convencional, también “Cupido”, de Much Music, cambiará de formato desde el 4 de septiembre y se hará de a tres, número favorito de la TV de los canales para jóvenes.
¿Qué convierte a “Dismissed” en una de las apuestas más osadas de MTV? En principio, su idea anti-romántica y desprejuiciada del romance. Casi como reacción a la balada latina, como si se estuviera burlando de las solistas teen pop que se programan en los videos del canal (léase Britney Spears, Christina Aguilera, Pink y compañía), “Dismissed” entiende la cita como una competencia, no como declaración, lamento o elogio de la persona en cuestión. El caballero besa a una, después a la otra, y descarta. La chica, por su parte, se desvive para caerle bien, le cocina y lo halaga, y al quedar afuera confiesa: “Nunca hubo onda”. El sentimentalismo se ha exiliado en esta hora, y lo que queda es un conjunto de estrategias, al borde de la parodia, para ganarle al otro. En el clímax, uno de los competidores saca una tarjeta roja, y el otro se va por quince minutos. De lo que se haga en ese intervalo dependerá su suerte.
Y hay que acelerar la seducción hasta volverla un grotesco: bailarle muy cerca, besarlo/a y, en su versión más torpe, criticar al expulsado/a. Después llegará la revelación, tras la cita, y fiel a la adhesión particular de la TV por cualquier tipo de exclusión (de casas, bares, islas o, en este caso, de boliches). “You’re dismissed”, repiten todos, casi gozosos de ese solo a la cámara, un protagónico esperado, y la cita de la noche seguirá de a dos, al menos mientras la lente los acompañe. Si bien “Dismissed” apunta a formar una pareja, lo que se ve es un encuentro de a tres. Bailan de a tres, cenan entre tres, y así transcurre el recorrido de la casa al restaurante, y del bar al boliche. Es, queda claro, una patada a la moral pacata del estadounidense medio en la era Bush, cultor de las duplas, y si es con papeles y descendencia, mejor.
En la Argentina, como se dijo, “Cupido 3” pretende abrir una vía de participación a los cultores de los tríos, para que no se conformen con mirar las latas llegadas desde afuera. Detractores de la versión norteamericana, Gastón Duprat y Mariano Cohn dicen que “‘Dismissed’ está preparado, no tiene swing, ni gracia ni guiños, y tiene un casting horrible en el que todos son modelos”. A cambio, proponen agregar al “Cupido” lo que MTV no ofrece: que efectivamente se puedan armar tríos, que el tres no se limite a lo que dure la competencia sino que se transforme en una opción posible a la hora de elegirse. “Por supuesto que lo mostraríamos”, dice Duprat, en relación al “Cupido Home”, un momento del programa en el cual se ve lo que la pareja, o en este caso el trío, hace cuando está a solas.
El nuevo “Cupido” también tendrá una dosis de competencia: dos chicas y un chico, o dos chicos y una chica, o tres del mismo sexo en su versión gay, competirán por llevarse a su presa. O decidirán compartirla. En cualquier caso, lo que queda es una nueva manera de concebir el romance: como competencia descarnada o solidaridad entre las partes, compartir o disputarse el objeto de deseo. Sus hacedores prometen un boom deinscriptos, atraídos por una situación –y lo dicen también por ellos mismos– de la cual no participaron nunca. Proponen el cambio de esquema y tiran la piedra: “Cupido va a hacer todo lo posible para que se vayan los tres juntos”.