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Con la realización de la 17ª Fiesta Nacional del Teatro en Mar del Plata, tanto público como teatristas tuvieron una nueva oportunidad de confrontarse con un aspecto de la realidad teatral del interior. De lo visto se destacaron Tango nómade, del Grupo Andar, de La Pampa; la versión del director chaqueño Marcelo Padelín de La casa de Bernarda Alba, y Almas fatales (melodrama patrio), de Juan Hessell y su elenco rosarino. El panorama no fue completo: quedaron afuera varios trabajos que no llegaron en fecha. Estuvieron ausentes el destacado Grupo T de la ciudad santafesina de Rafaela que, dirigido por Marcelo Allasino, mostró en Buenos Aires La Brusarola (un regocijante grotesco sobre los rituales de la cultura piamontesa) y el elenco del rosarino Cacho Palma, creador de 1989. Por cuatro días rotos, el retrato de una Argentina hegemonizada por un poder demencial.