ESPECTáCULOS › LOS AUTOS SON UN PERSONAJE MAS EN LA SAGA
La velocidad también tiene sus trucos
Por Martin Bensley
Desde Londres
Conducir a toda velocidad sin tener en cuenta los daños. Lo que James Bond hace desde hace 40 años es la fantasía de muchos conductores. En sus salvajes persecuciones, el agente secreto esquiva todas las normas de circulación. Y eso en un coche oficial. En James Bond contra Goldfinger (1964), un pequeño fabricante inglés entonces apenas conocido aportó el modelo Bond más conocido de todos los tiempos: el Aston Martin DB5 era rápido, cool y sexy. En la película disponía además de ametralladoras, ruedas equipadas con sierras y asiento catapultable. “Era único y en el transcurso de una semana nos convertimos en el fabricante de coches más famoso del mundo”, dijo Roger Stowes, cronista oficial de la lujosa marca.
Desde entonces, los coches de Bond fueron mejorando de película en película. “Bond es un tipo extraordinario, que lleva una vida fantástica, vive aventuras, ama a mujeres bellas, y los coches, lógicamente, forman parte de todo eso”, dice el productor Peter Lamont, que trabajó en 15 películas de Bond. Por eso, no hay nada que objetar a que Pierce Brosnan conduzca ahora el potente Aston V12 Vanquish. Se trata otra vez de un juguete de primer nivel, al que “Q” dotó de todos los trucos posibles. El frente esconde cuatro lanzadores de misiles y los neumáticos disponen de un sistema especial para mejorar el agarre sobre hielo. Para muchos aficionados, es muy poco realista el gran secreto del nuevo vehículo de 007: como en las aventuras de Harry Potter, puede volverse invisible.
Los ocasionales romances de Bond con algún BMW en el pasado fueron considerados por muchos como antipatrióticos. Además, los bólidos teutónicos no encajaban del todo con la imagen del caballero británico.
Pero el agente también engañó a su marca habitual cuando en 1967, en Sólo se vive dos veces, se movía por las calles de Tokio en un Toyota-Cabrio 2000GT blanco. La utilización del coche con sistema de cámaras de seguridad, grabador de video en la guantera y misiles en el maletero tenía como objetivo subrayar la fama de Japón como país de tecnología punta.
Como tantas veces en el caso de los coches de Bond, se trató de un ejemplo de una hábil operación de marketing. BMW hizo participar en tres ocasiones con fines promocionales sus coches en películas de Bond. Ahora, el consorcio Ford presenta tres marcas de su fabricación: un Aston para Bond, diversos Jaguars para los malvados y un Ford Thunderbird para la chica Bond Halle Berry.