ESPECTáCULOS
El capítulo trescientos o el día en que Bart alcanzó la independencia
En el episodio que se verá mañana a las 20.30 por Fox, el infante terrible pedirá el divorcio de su familia. Para calentar motores, a las 10.30 comenzará un maratón de los mejores momentos.
Por Roque Casciero
Hay que preparar 300 velitas amarillas: “Los Simpson” llegan a ese número de episodios en las pantallas argentinas, justo al mismo tiempo que en Estados Unidos sale al aire la 15ª temporada. Fox emitirá el capítulo mañana a las 20.30, precedido por la repetición del maratón con los 20 mejores episodios de la historia, que se iniciará a las 10.30. Un festejo doble, como para que mañana sea feriado en la ciudad de Springfield. Más todavía si se tiene en cuenta que Homero y su familia son, por lejos, la serie animada más longeva de la historia. Y que si llegan al final del contrato que sus creadores acaban de firmar (hay Simpson hasta el 2005), a la frase anterior habrá que sacarle la palabra “animada”: será la serie más longeva de la historia y punto. En un mercado feroz como lo es el estadounidense hoy en día, donde a veces las sitcoms no van más allá del capítulo inicial por falta de respuesta del público, sólo mantener altísimo el nivel de calidad puede provocar un logro como el de la tira ideada por Matt Groening. Por supuesto, todo esto le importaría un comino al buenazo y cabeza hueca de Homero: en calzoncillos, con una cerveza Duff en la mano y el control remoto en la otra, él sólo explicaría que el programa le gusta porque lo hace reír. Y se babearía cada vez que aparecieran donas en la pantalla.
En el capítulo 300, Bart descubre no sólo que Homero lo puso a trabajar cuando aún estaba en pañales, como “el bebé del mal aliento” en una publicidad televisiva, sino que perdió todo el dinero que había ganado el niño. Entonces, harto de los abusos del gordinflón de su padre, presenta una demanda para “divorciarse” de su familia. La jueza Harm declara a Bart emancipado y obliga a Homero a pasarle la mitad de su sueldo. El chico se muda a un departamento en el centro de Springfield, pero descubre que le da miedo la soledad. Por accidente, llega a otro piso del edificio, donde una leyenda del skate, Tony Hawk, tiene una fiesta en la que toca el trío punk pop Blink 182. Como Bart se une a una gira del patinador, éste es desafiado por Homero. Hawk se enternece cuando el gordo le dice que nunca se subió a un skate y le entrega uno especial, con el que se pueden hacer maravillas sin esfuerzo ni conocimientos.
Para saber si le gana al profesional y si el hijo pródigo regresa a casa habrá que ver el capítulo 300. Sin embargo, aquí se ofrecen algunas referencias para comprender esos gags en los que “Los Simpson” citan a la tele, al cine y a su propia historia, pero que pueden pasar por alto para algún desprevenido. Por ejemplo, los cinéfilos reconocerán una escena de Casablanca, pero con Homero navegando por Internet. Otra: cuando Bart queda solo en su departamento, hace lo mismo que Mary Tyler Moore en el comienzo de su famosa serie. Una más: los productores se dieron cuenta de que habían cumplido 300 capítulos cuando trabajaban... en el 302. Por eso decidieron modificarlo y anticiparlo. Y habrá que tener en cuenta este detalle cuando Homero rete a Hawk.
“Los Simpson” se ven en 60 países, recibieron 18 Emmy y una infinidad de famosos (desde André Agassi y Larry King hasta George Harrison y Mick Jagger) prestaron su voz para el programa. Por eso, visto desde el presente, causan gracia las críticas iniciales a la serie: los más moralistas llegaron a hablar de “el fin de la civilización occidental”. Sin embargo, la familia que no envejece no sólo no acabó de una vez por todas con la cultura, sino que la cargó de humor, sarcasmo y ternura.