ESPECTáCULOS › ES LA HIPOTESIS QUE MANEJAN LA FAMILIA Y LA JUSTICIA

Un posible brote psicótico

 Por Raúl Kollmann

En fuentes judiciales, policiales y en la familia de Juan Castro se afirma la hipótesis de que el conductor televisivo sufrió un brote psicótico, con alucinaciones, lo que lo llevó –en estado de casi total inconciencia– a caer por el balcón. Castro ya había tenido episodios de ese estilo, con alucinaciones muy fuertes, y ahora se cree que eso fue lo que ocurrió en el atardecer del martes. Esto significa que el conductor de Kaos no tuvo intención de suicidarse, sino que la alucinación –tal vez un terror porque lo perseguían bichos o la creencia que podía volar– lo llevaron a caer al vacío. La hipótesis se condice, además, con los dichos del testigo que, según la policía, vio el momento en que el conductor, estando sólo en el balcón, se precipitó a tierra.
Anoche, Castro seguía en gravísimo estado fundamentalmente por las hematomas y edemas sufrido en la parte derecha de su cerebro. Para colmo, según el último parte médico, su estado se agravó por una “insuficiencia renal”. Según los médicos, el conductor cayó de pie, algo que se demostraría con las fracturas que registró en los talones, aunque de inmediato golpeó el piso con la parte izquierda de su cabeza, lo que le provocó las lesiones en el cerebro que lo ponen al borde de la muerte.
Según adelantó ayer Página/12, en el departamento se encontraron manchas de sangre, que –según parece– son producto de hemorragias de la nariz, producto de su adicción. También había gran cantidad de psicotrópicos y un sobre que contenía análisis realizados hace una semana en el sanatorio Otamendi. Los resultados de esos estudios son mantenidos en reserva por los investigadores.
Por ahora, la causa está caratulada como “Averiguación de tentativa de suicidio”, básicamente por la existencia del testigo que dice haberlo visto solo en el balcón y porque la puerta del departamento estaba cerrada por dentro, lo que significa que Castro no estaba acompañado en los momentos previos a arrojarse al vacío.
Sin embargo, si se confirman los indicios de que el conductor sufrió un brote psicótico, el cuadro no sería de un intento de suicidio ya que Castro se habría arrojado en estado de inconciencia, no con la voluntad de quitarse la vida. Es decir, que se trataría técnicamente de un accidente.
Según los datos aportados por allegados a Castro, éste estuvo internado en dos oportunidades por brotes de ese estilo, producto de su adicción. En uno de esos brotes, creyó que lo perseguían bichos gigantes, pero se menciona también que una de las alucinaciones podía consistir en que se sentía en condiciones de volar. Como es obvio, en esos trances las personas no tienen contacto con la realidad.
Por ahora, existe un marcado hermetismo sobre la existencia o no de una llamada telefónica y una discusión con la persona con la que estaba hablando. La pareja de Castro, Luis Pavesio, negó que haya sido quién llamó al conductor y sostuvo incluso que el conductor no recibió ninguna comunicación. De todas maneras, da la impresión que algo precipitó el brote:
- Un fuerte impacto relacionado con su vida sentimental. Esto es lo que se evalúa como más probable en su entorno.
- Algún resultado de un informe médico que le auguraba momentos duros. Castro vivió siempre muy impactado porque su madre murió hace 17 años cuando le diagnosticaron un cáncer y al menos él creía que ella se suicidó a raíz de ese diagnóstico.
- La percepción de que iba a tener muchas dificultades –por su estado– para abordar el inicio de su ciclo, Kaos. Quienes lo rodeaban sostienen que Castro pasaba por un mal momento con su adicción.

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