ESPECTáCULOS
Un hombre de la ópera
El nuevo director general y artístico del Teatro Colón, radicado desde 1974 en Estados Unidos, fue, durante los últimos quince años, el director de la Opera de Pittsburgh. Como régisseur, Tito Capobianco tuvo a su cargo más de 300 producciones de óperas, teatro y televisión en América latina, Europa, Australia y Estados Unidos, destacándose, ya en la década de 1960, por sus puestas de tono vanguardistas. Profesor de interpretación, actuación y puesta en escena en destacadas universidades estadounidenses y latinoamericanas y considerado como un director sumamente versátil, estudió en su juventud Filosofía y Derecho, antes de dedicarse de lleno a las artes escénicas, como actor y director de teatro, cine, televisión y ópera. En este género, sus primeros éxitos tuvieron que ver con puestas renovadoras de Tosca, de Puccini, El amor por tres naranjas, de Prokofiev. Y en 1967 fue el director de escena de la puesta de Bomarzo, de Ginastera, que el dictador Onganía ordenó retirar de la programación del Colón. Capobianco, en los años siguientes, se convirtió en una referencia obligada para el Metropolitan Opera House de Nueva York, donde sus puestas de Mefistófeles de Boito y Manon de Massenet permanecieron en el repertorio por más de 25 años. Capobianco también fue distinguido, en 2000, como Mejor director de la década por la Asociación Internacional Giacomo Puccini de Nueva York; el gobierno italiano lo condecoró como Cavaliere della Repubblica; el gobernador del Estado de Pennsylvania, en 1997, lo premió como Artista del año y, el gobierno francés, como Oficial de las Artes y Letras.