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Cuando a Dave Foley le ofrecieron conducir Celebrity Poker Showdown, el programa en el que se lo verá los domingos (desde el 7 de noviembre) a las 20 por Sony, lo primero que pensó fue: “Esto es ridículo”. Es que el ciclo se trata de partidas de póker entre cinco celebridades, que compiten en nombre de una institución benéfica, por un pozo de 250 mil dólares, y Foley apenas había jugado al póker una vez en su vida. Pero pronto el actor cambió de opinión: “Empecé a mirar otros programas de póker que se dan en Estados Unidos y me sorprendí de entender el drama que hay en una partida. Además, el Texas Holdem es una variante (la que se juega en el programa) que tiene una extraña narrativa incorporada. Como en cualquier novela buena, tenés la información obvia, porque hay tres cartas comunes a todos los jugadores que se ponen boca arriba, pero también otra que no conocés acerca de cada uno de los personajes. Entonces me picó la curiosidad y empecé a pensar que podía ser divertido conducir el programa si podía hacerlo a mi manera, metiendo bocadillos espontáneos sobre lo que quisiera. Lo que respondí al ofrecimiento fue que podía hacer el programa si me dejaban decir lo que tuviera ganas”.
–¿Y lo aceptaron?
–Sí. Me dejan burlarme de Las Vegas, del casino en el que hacemos el programa, de las obras de caridad por las que juegan... Básicamente, digo todo lo que creo que sería divertido. Todo es improvisado, no tengo idea de lo que voy a decir hasta el momento en que lo hago.
–Alguna gente dice que el juego del póker es una representación de la vida.
–Supongo que podría ser una metáfora en el sentido de que en el póker podés hacer todo bien y aun así perder. Y también podés ser un perfecto idiota y ganar. Es una visión pesimista de la vida, ¿cierto?, bastante deprimente... ¡salvo que seas un completo idiota!