ESPECTáCULOS › “LA MAQUINA DEL TIEMPO”, DE SIMON WELLS SOBRE H. G. WELLS
Un nuevo regreso al futuro
Por Martín Pérez
Con un comienzo que –casualmente o no– recuerda al del film animado Atlantis, La máquina del tiempo es el primer film tradicional del animador Simon Wells, que antes codirigió El príncipe de Egipto para Dreamworks. Y que, dicho sea de paso, es el tataranieto de H. G. Wells, el autor de La máquina del tiempo, el libro. No es el único nombre a observar por los fanáticos de los lazos de sangre cinematográficos: la actriz que interpreta al ama de llaves del protagonista es Pyllida Law, la madre de Emma Thompson. Pero si, aun así, su interpretación no remite a su hija, el trabajo de Simon también remite poco a la obra de su antepasado. Es que poco tienen que ver los intereses del film de Simon con lo de la novela del Wells original. Aunque ambos se centren en la dichosa máquina.
Para una audiencia educada en viajes temporales a-lo-Terminator o Regreso al futuro, el film de Simon Wells aparecerá ciertamente como ingenuo. Incluso con la aparición de Jeremy Irons disfrazado de Marilyn Manson casi hacia su epílogo. Tal vez porque aquellos films, más allá de la acción o de su humor, trabajaban sobre las paradojas. Y las paradojas lo que hacen es obligar al espectador a volver sobre lo ya visto. Algo que esta La máquina del tiempo tiene pocas intenciones de hacer. Es un film visual y entretenido, que sólo funciona hacia adelante. Y lo único que venera es la versión cinematográfica de 1960, a la que homenajea varias veces durante su metraje. Pero, una vez que ese homenaje se hace explícito, La máquina... parece cambiar de referentes y presenta la lucha entre Eloi y Morlocks –de la que sí hablaba la obra original– a la manera de Tim Burton en El planeta de los simios. Pero con su acción mucho más iluminada, claro está.