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El buen destino –cuenta Leonor Benedetto– es el nombre de su primera película como directora, recién filmada en San Luis. Allí no se verá a sus mujeres carismáticas ni dará lugar a su frecuente preocupación por la problemática de género: será el relato sobre cinco hombres en un pueblo al borde de una ruta, casi en vías de extinción. “No sé por qué decidí contar historias de varones, pero aparecieron cuando me senté a escribir”, dice. Estarán Federico Luppi, Gustavo Garzón, Luis Luque, Jorge Suárez y Pablo Rago, contando esta trama coral de seres “con el alma rota”, con algo de la manera de mirar de los films de Lucrecia Martel –asegura la flamante cineasta–. “Yo no filmé para transgredir, lo hice porque si no filmaba me moría”, y decidió no actuar en la película para mirarlo todo con distancia. El buen destino terminó de rodarse y se encuentra en etapa de sonorización; augura un posible retiro de las filas de la actuación, otra vez, para Leonor Benedetto. ¿Se imagina sólo como cineasta? Y para sorpresa del que escucha y espera un no cantado, la Benedetto sonríe, poco, y responde: “Sí, claro...”.