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Ingmar Bergman volverá en septiembre a dirigir una película, a pesar de que constantemente viene anunciando su retiro. Será la continuación de Escenas de la vida conyugal, con el propio Erland Josephson y Liv Ullmann delante de la cámara. “Durante el rodaje de Infidelidades, a Liv y a mí nos gustaba burlarnos de aquella película e imaginarnos qué sería de esa pareja treinta años después, y él ha decidido contarlo. Yo interpreto a un hombre muy cruel y mezquino y ella a una mujer muy buena. Será divertido hacerlo, es mucho más fácil ser el malo que ser el bueno”, dice el actor.
Durante nueve años, Josephson dirigió el Teatro Dramático Real de Estocolmo, el legendario Dramaten. “Aprendí mucho durante aquellos años, sobre todo de mí mismo. Aprendí que me gusta el poder, y que no podía ser amigo de todo el mundo, que tenía que tomar decisiones, aunque fueran malas decisiones. El contacto con el poder es una experiencia peligrosa. Estar al frente del Dramaten es un poder enorme y todo cambia a tu alrededor, los amigos, la propia percepción del teatro. Pero a pesar de todo no fue difícil volver a ser sólo otro actor más del Dramaten. Es bueno ser el líder de una compañía para luego volver al mismo sitio. En aquella época perdí muchos amigos. Ingmar me ayudó mucho”.