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Carlos Menem lanzará hoy su precandidatura presidencial en un escenario que sincera su alianza de poder: será el orador de fondo del acto de presentación de la candidatura del ex subcomisario Luis Patti para la gobernación bonaerense. A tres días del “no” de Carlos Reutemann a disputar la interna peronista con miras a la primera magistratura, el menemismo salió al ruedo decidido a demostrar que su líder será por tercera vez el inquilino de la Rosada. Si a la defensa sin fisuras de la economía ultraliberal –ya postuló al economista del CEMA Jorge Avila como uno de sus potenciales ministros de Economía– se le suma el apoyo a “la mano dura” que representa Patti no quedan dudas sobre las prioridades de su plataforma.
“El presidente Carlos Menem financia mi campaña electoral”, confesó en enero del ‘99 el intendente de Escobar que aspiraba ya entonces a la gobernación bonaerense. Cuatro años después Menem decidió ratificar el compromiso que había asumido hace tres meses y debutar en la Provincia de Buenos Aires en un acto del policía procesado por torturador. El encuentro público será a las 16 en la esquina de avenida Cazón y Montes de Oca, partido de Tigre. Los organizadores se entusiasman con reunir a “unas diez mil personas” y están haciendo un rastrillaje minucioso para detectar cualquier intento de escrache al ex presidente. No quieren aguarle la fiesta al hombre que lo respaldó a principios de los ‘90 a medida que crecía su popularidad en Pilar al ritmo de las demandas de mano dura.
Ese año, Menem había usado su “influencia” judicial cuando Patti se encontraba detenido bajo el cargo de haber torturado a dos presos. El entonces juez penal de San Isidro, Raúl Borrino, ordenó la captura de Patti por dos casos de tortura. Después de permanecer prófugo, el ex subcomisario quedó preso, pero un enjuague judicial terminó apartando a Borrino de la causa y otro juez lo dejó en libertad. En el prontuario del intendente de Pilar, que se postula a gobernador por el Partido de Unidad Federalista, se distingue también la acusación por el asesinato de los dirigentes montoneros Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereira Rossi en los estertores de la dictadura en mayo de 1983. Por esa causa Patti es requerido por la Justicia italiana.
En base a su “experiencia”, el ex subcomisario que hoy actuará de anfitrión de Menem, consolidó su figura en base a la defensa de que la policía sea la que lleve adelante el interrogatorio de los detenidos. Para él ahí está la clave del éxito o fracaso de la investigación.
–A veces me dan ganas de agarrar la escopeta y hacer los procedimientos yo mismo, pero no es lo que corresponde –dijo al promover la creación de escuadrones de vecinos armados para combatir el delito.
–Si aplica la idea de los grupos armados estaría violando la ley –le replicaron los periodistas.
–Sí, pero los delincuentes también violan la ley. Que la Justicia le haga caso a usted. Ya ve cómo está –se exaltó durante su anterior campaña a gobernador el hombre que nunca se atrevió a decir “no” cuando la prensa le preguntaba y repreguntaba si había torturado.
Sobre Videla dijo “no lo conozco, pero me han dicho que no era mala persona” y cada vez que puede se lamenta porque a la dictadura no se le reconoce que “acabó con la subversión”. Esta foja de servicios le abrió las puertas al entorno del peronismo bonaerense primero, y luego a Menem que usó su popularidad, para mandarlo como “investigador estrella” del asesinato de María Soledad Morales en Catamarca. Tarea en la que fracasó, pero poco después fue premiado como interventor en el Mercado Central para “terminar con las mafias”. Otra misión en la que no obtuvo los resultados esperados, pero ya había consolidado una imagen pública que le permitió lanzarse a la política. Desde la intendencia de Escobar emprendió un ataque frontal contra la reforma de la política de seguridad que encaró el ex camarista León Arslanian en la policía bonaerense. Llegó a decir que”la política de Arslanian es peor que la de Camps”. El ex ministro le retrucó definiéndolo como “un hombre menor” y lo parangonó con Hitler tras recordar su pasado de torturador.
–El nuevo ministro de Justicia y Seguridad, Juan Pablo Cafiero, dijo que revisará la foja de servicio de cada policía para ver qué actuación tuvo durante la dictadura ¿Usted qué opina? –le preguntó Página/12.
–No sé qué va a hacer. La Argentina se hundió demasiado como para seguir revolviendo heridas que no contribuyen a nada –respondió.
Patti nunca dudó de su afinidad con Menem. Cada vez que pudo lo visitó en Anillaco y hasta organizó un acto en su apoyo en la quinta de Don Torcuato donde el ex presidente estuvo preso por tráfico de armas. “Es curioso cómo se repite la historia, porque otro dirigente peronista está hoy preso como lo estuvo el General Perón”, arengó desde la puerta de la quinta de Armando Gostanian. Ayer se entusiasmó con que “cierre el acto el hombre que es candidato a presidente y al que vamos a apoyar”.
Tras el baño popular en el lanzamiento de Patti, Menem se internará en el Sheraton de Pilar para clausurar un seminario económico en el que se empezará a discutir su programa de gobierno. Jorge Avila y Carlos Melconian serán algunos de los participantes. “Esta vez vuelvo por los más desprotegidos que tienen hambre y sed de justicia, como dice el Sermón de la Montaña”, empezó a repetir el ex presidente apenas se enteró del adelantamiento de las elecciones. Hoy empezará a definir cómo beneficiarlos.