PSICOLOGíA › INVESTIGACION SOBRE UNA MUESTRA DE UNIVERSITARIAS ARGENTINAS
Mujer del alba, mujer del anochecer
Hay dos tipos de mujeres: unas prefieren la actividad matutina; otras eligen la tarde o la noche, y son muy diferentes.
Por María del Pilar Sánchez-López y Juan Francisco Díaz Morales *
En la investigación “Tipología circadiana y estilos de personalidad en mujeres universitarias argentinas” participaron 120 mujeres universitarias argentinas a las que se aplicó la Escala Compuesta de Matutinidad y el Inventario Millon de Estilos de Personalidad. Los resultados indican que las mujeres universitarias argentinas “matutinas” son más organizadas a la hora de elaborar la información que recogen del entorno, mientras que las “vespertinas” prefieren ser creativas y arriesgadas, están descontentas con la rutina y lo predecible y buscan provocar resultados originales e inesperados. En cuanto a las mujeres “intermedias”, tienden a comportarse de un modo apropiado y formal en contextos sociales y es improbable que expresen sus emociones o que actúen espontáneamente.
Es un hecho constatado que algunas personas muestran una clara preferencia por realizar sus actividades por la mañana (tipología matutina), mientras que otras prefieren la actividad por la tarde o incluso por la noche (tipología vespertina). Estas variaciones en la actividad que desarrollan los sujetos son abordadas por la cronopsicología, cuyo objeto de estudio son los ritmos psicológicos en el ser humano. Los trabajos centrados en el estudio de las variaciones diarias en los procesos psicológicos son escasos, comparados con otras áreas de la psicología, aunque hay estudios donde se ha demostrado que la tipología circadiana se relaciona con variables fisiológicas (temperatura oral, ciclo sueño/vigilia) y psicológicas como extraversión y neuroticismo. Nuestro trabajo tiene por objetivo analizar las relaciones entre la tipología circadiana y los estilos de personalidad.
Desde 1931, se distingue entre “sujetos de mañana” y “sujetos de tarde”: los sujetos de mañana empiezan a estar cansados al mediodía y por la tarde, se acuestan pronto, se duermen rápidamente y se levantan por la mañana en forma; los sujetos de tarde tienen su mejor rendimiento al final del día, se acuestan relativamente tarde y se despiertan cansados por la mañana. Esta tipología parece afectar, según diversos estudios, su capacidad de vigilancia y tiempo de reacción; por ejemplo, los sujetos de mañana reaccionan más de prisa a señales luminosas por la mañana que por la tarde; los sujetos de tarde muestran el rendimiento inverso. Estos últimos tienen, además, curvas de rendimiento distintas: muestran fluctuaciones en el rendimiento más significativas por la tarde, y su tiempo de reacción a una señal luminosa decrece, mientras que sus puntuaciones en un test psicotécnico y en ejercicios matemáticos mejoran en el transcurso del día.
A partir de los años ‘70, se establece la relación entre los sujetos de tarde y la extraversión y los sujetos de mañana y la introversión. Si se admite que los introvertidos tienen un nivel de actividad cortical más elevado que los extrovertidos, no parece absurdo suponer una relación entre la tipología y las diferencias en fluctuación en el rendimiento. Los datos, en cualquier caso, no son unánimes, con respecto a las relaciones encontradas entre introversión y matutinidad y extroversión con vespertinidad. Aparecen también resultados que indican una mayor abundancia de sujetos extravertidos entre las personas que se adaptan mejor al trabajo rotativo, aunque es cierto que esta diferencia no aparece en todas las investigaciones.
Estas investigaciones son relevantes para la vertiente aplicada de la psicología. En general, la salud, la educación y el trabajo se benefician de los estudios sobre cronopsicología y los resultados que van produciéndose; sólo como ejemplo, y para no alargar excesivamente este trabajo, podemos citar lo que se refiere a la predicción de la adaptabilidad de los sujetos a los turnos de trabajo. Aquellos sujetos que muestran una tipología circadiana matutina aparecen como sujetos con una mayor dificultad en su adaptación al trabajo rotativo, mientras que los sujetos catalogados como vespertinos, a la hora de desarrollar su actividad laboral en un sistema de trabajo rotativo, inicialmente muestran un mejor grado de adaptación.
El grupo de participantes de este estudio está formado por 120 mujeres universitarias, estudiantes de Psicología de una universidad privada del oeste de Argentina. La edad media es de 21,02.
Los instrumentos de evaluación utilizados son la Escala Compuesta de Matutinidad (Smith, Reilly y Midkinff, 1989), traducida y adaptada a población de habla española por Díaz Ramiro (2000), y el MIPS (Millon Index of Personality Styles) para evaluar los estilos de personalidad, en su adaptación argentina realizada por María Martina Casullo (Millon, 1997; Casullo y Castro Solano, 2000).
En nuestro estudio, las matutinas se diferencian de las vespertinas en que son más organizadas y predecibles en cuanto al enfoque de sus experiencias en la vida. Adaptan sus nuevos conocimientos a los ya habituales y son cuidadosas cuando no perfeccionistas al ocuparse incluso de los mínimos detalles. Como resultado de esto, los demás las consideran metódicas, meticulosas y eficientes.
Por el contrario, aparece una relación negativa con “Innovación”; no están dispuestas a cambiar y dar nueva forma a cualquier cosa que se les presente. Todo ello las lleva a no estar descontentas con la rutina y lo predecible, ni intentar modificar en forma espontánea lo que está dado, siguiendo sus presentimientos y buscando provocar resultados originales e inesperados. Lo contrario sucede con las mujeres vespertinas.
De la misma forma, es más probable que las mujeres intermedias, si se las compara con las vespertinas, sean rectas y con dominio de sí mismas. Se relacionan con la autoridad de una forma respetuosa y cooperadora, tienden a comportarse de un modo apropiado y formal en contextos sociales, y es improbable que expresen sus emociones o que actúen espontáneamente.
Las mujeres matutinas puntuarán más en aquellas escalas que tengan que ver con organización y sistematización de los conocimientos y de las rutinas diarias, acomodando los nuevos conocimientos que se van adquiriendo a los esquemas cognitivos que posean previamente, mientras que las mujeres vespertinas puntuarán más en aquellas escalas que tengan que ver con creatividad e innovación, mostrando su tendencia a generar nuevas ideas de manera poco formal.
Las diferencias más claras aparecen, por lo tanto, en el segundo par de las bipolaridades transformacionales del área de los modos cognitivos. La escala “Sistematización” refleja la tendencia a hacer que la información nueva se ciña al conocimiento y adquirido, que tome la forma de sus esquemas tradicionales, estandarizados y estructurados en forma convencional. La escala “Innovación” refleja la tendencia opuesta, es decir, describe a personas que tienden a evitar concepciones cognitivas previas y a distanciarse de lo que ya se sabe y generar nuevas ideas de manera informal, abierta, espontánea, individualista y con frecuencia imaginativa.
De la misma forma, aparece una relación positiva entre ser matutina y la escala de “Reflexión”, lo que indica que las mujeres matutinas prefieren procesar el conocimiento que tienen mediante la lógica y el razonamiento analítico. Sus decisiones se basan más en juicios fríos, impersonales y “objetivos”, que en emociones subjetivas. Por el contrario, la relación negativa con “Afectividad” indica que las mujeres matutinas no forman sus criterios según sus propias respuestas afectivas ante las circunstancias, ni tienden a evaluar subjetivamente la repercusión que tendrán sus acciones sobre aquellos que están involucrados. Lo contrario sucede con las mujeres vespertinas.
Se confirma nuestra predicción, con un tamaño del efecto moderado, de que las mujeres matutinas serán más organizadas y predecibles (Sistematización) y las vespertinas asumirán más el riesgo y serán más innovadoras (Innovación). En cuanto a las escalas de “Introversión/Extroversión”, no aparece ninguna diferencia entre matutinas y vespertinas.
En cualquier caso, tampoco han aparecido unas constelaciones de personalidad muy diferenciadas. Sólo la característica de mayor sistematización en las personas matutinas, y con un tamaño del efecto pequeño, la relación entre matutinidad, reflexión e innovación de forma positiva y con acomodación y afectividad de forma negativa. Las del grupo intermedio, ni claramente matutinas ni vespertinas, parecen más conformistas que las personas matutinas.
* Extractado de un artículo publicado en la revista Psicodebates. Psicología, Cultura y Sociedad, de la Universidad de Palermo.