Lunes, 16 de octubre de 2006 | Hoy
REPORTAJES › RAUL FERNANDEZ, FUNCIONARIO PORTEÑO
Luego de muchos años, Raúl Fernández rompió su sociedad política con el ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra. En este reportaje explica las razones del distanciamiento, habla de las elecciones en la ciudad y del lanzamiento del Foro Porteño.
Por Santiago Rodríguez
En los últimos seis años lo que decía uno era casi un calco de lo que pensaba el otro, pero ahora Raúl Fernández decidió andar un camino diferente al de Aníbal Ibarra y lo deja bien claro. “No veo la sustentabilidad política de ese planteo”, sostiene frente a la denuncia del ex jefe de Gobierno de que la actual administración porteña –que Fernández integra como secretario general– es manejada por Carlos Grosso, y también manifiesta su desacuerdo con la cercanía de Ibarra con el kirchnerismo. Explica que desde Foro Porteño –el espacio que acaba de lanzar junto a otros ex funcionarios ibarristas que siguen en la gestión–- apuesta a una construcción progresista autónoma de la Casa Rosada y se define: “Jorge Telerman es parte del centroizquierda; Daniel Scioli no”. En esa línea, descarta sumarse a una coalición que tenga al vicepresidente como candidato y agrega que “para derrotar a la derecha hay que encontrar un candidato que la tensione. Telerman puede jugar ese papel”.
–Hace poco dijo “no soy ni seré kirchnerista”. ¿Es la cercanía de Ibarra con el kirchnerismo es motivo del distanciamiento entre ustedes?
–Que no soy kirchnerista no es novedad. Siempre he planteado que me siento identificado con un espacio político de centroizquierda y no me imagino una construcción desde el kirchnerismo, sino desde un lugar independiente y autónomo, que no sea opositor y tampoco seguidista. Siempre he dicho también que no soy antikirchnerista y reivindico determinadas políticas que lleva adelante el Presidente. No creo que la construcción política pase por los blancos y negros y que la única forma de construir un espacio distinto del hegemónico en determinado momento político del país sea haciendo una oposición permanente y exacerbada.
–¿Lo ve hoy a Ibarra demasiado cerca del kirchnerismo?
–Hay dos formas distintas de construir. La construcción de 2003 que terminó en la reelección de Aníbal y el triunfo sobre Mauricio Macri parte del mismo lugar en el que pienso que hay que seguir parado: una construcción autónoma con los socialistas, los radicales que siguieron con nosotros en el gobierno, con sectores independientes, con sectores sociales y de la cultura que tienen una visión progresista de la ciudad y que se imaginan un marco de acuerdo político con el kirchnerismo pero sin ser parte de su misma construcción. Eso es lo que plantea Foro Porteño.
–¿Y por qué supone que Ibarra elige un camino diferente del suyo?
–Sigo pensando que la reconstrucción de este espacio tras la derrota fenomenal que fue la destitución de Aníbal debe reiniciarse igual que en 2003. Tal vez Aníbal esté imaginando hoy un armado al que no definiría como kirchnerista, pero que sí prioriza ese lugar. Para Foro Porteño, además, el 2007 es un escalón no menor porque se elige jefe de Gobierno y legisladores, pero miramos también a mediano plazo y no es por lo tanto un punto de vida o muerte. Desde hace tiempo vengo reflexionando lo que fueron las construcciones en los ‘90 en relación con candidatos y no reniego de la necesidad de referentes políticos públicos, pero si bien nos fue bien electoralmente, ante la primera complicación seria a los seis meses del gobierno de la Alianza las respuestas fueron individuales porque no había una construcción sólida.
–¿Su posicionamiento frente al kirchnerismo en qué punto lo ubica respecto de Telerman, que llegó a definirse como “más que kirchnerista”?
–Los individuos que integramos Foro Porteño formamos parte de este gobierno de coalición porque consideramos que es progresista y no somos antikirchneristas.
–¿El actual gobierno porteño es la continuidad del que empezó Ibarra en el 2000 o cambió algo?
–Este gobierno lleva adelante las políticas públicas centrales que propuso Fuerza Porteña y que la gente votó. Un 80 por ciento de los que son hoy ministros de Telerman están en el gobierno porteño de una u otra manera desde el 2000. También digo que éste es un gobierno de coalición, en el que hay sectores que tienen otra visión con los cuales uno se coaliga y gobierna. Si las políticas públicas que surgieran de Telerman fueran absolutamente disímiles de lo que Foro Porteño piensa, nos vamos.
–¿Entonces por qué Ibarra dice que gobiernan Grosso, Cristian Ritondo y Miguel Angel Toma?
–No le veo sustentabilidad política a ese planteo. El ministro de Educación es Eduardo Sileoni; Grosso, Toma y Ritondo, nada que ver. El de Salud; absolutamente nada que ver. La ministra de Desarrollo Social, Gabriela Cerruti, está en los antípodas porque aunque guste más o menos construye con Hebe de Bonafini y Lito Borello. Honestamente no le veo sustentabilidad en las políticas que se llevan adelante. Se lo pregunté a Aníbal y me dio una respuesta global.
–¿A qué atribuye entonces lo de Ibarra, quien no sólo dice eso, sino que además denuncia que hay persecución política?
–Hay un tema personal muy fuerte entre Ibarra y Telerman que no es menor. En un segundo plano, si uno realmente está convencido de que acá la política la determinan Grosso, Ritondo y Toma, el punto no es si lo persiguen o no, sino que uno se tiene que ir.
–Usted quiere decir que hay funcionarios que le responden a Ibarra que siguen en la gestión en la medida que no los sacan.
–Están, estuvieron...
–¿El distanciamiento con Ibarra no tiene que ver con su cercanía con Alberto Fernández, con quien usted nunca tuvo buena relación?
–Más allá de mi relación con Alberto, que pasó por distintos estadios, siempre planteé la construcción desde un mismo lugar: respetando al otro, no haciendo política anti.
–Ibarra tiene una cuestión personal con Telerman porque entiende que lo traicionó. ¿Teme que piense lo mismo de usted?
–Aníbal tiene una visión equivocada de Telerman: si tuviera la mínima duda de que eso fue así, no estaríamos siendo parte de este gobierno. En relación conmigo, los seis años de gobierno y lo que fue el 2005 me eximen de hablar de mí mismo.
–¿Telerman forzó de algún modo su distanciamiento con Ibarra?
–No. Aníbal y yo tenemos una relación política desde hace quince años y durante los últimos meses venimos discutiendo las dos visiones en las que imaginamos pararnos como lugar primario de construcción política.
–¿Qué tiene para decir de las críticas al presupuesto que Telerman envió a la Legislatura?
–En término de las áreas sociales, el presupuesto refleja lo que nosotros pensamos. No acuerdo con el planteo de déficit y endeudamiento.
–¿Ese planteo es de Telerman o del ministro de Hacienda, Guillermo Nielsen?
–Un gobierno no se esconde detrás de alguno en particular. Esa visión de cómo plantear el financiamiento de infraestructura no condice con la que tenemos nosotros.
–¿Telerman o Scioli?
–Desde Foro Porteño planteamos que quienes lo integramos vamos a dar una respuesta electoral unificada y la definición es bastante clara: Telerman es parte del espacio de centroizquierda, Scioli no.
–No hace tanto, en otro reportaje en Página/12 usted dijo que Scioli “en el centroizquierda es más el centro”.
–Es una expresión del centro.
–¿O sea descarta que Foro Porteño adhiera a una coalición que tenga a Scioli de candidato?
–Sí, lo descarto. Para derrotar a la derecha hay que encontrar un candidato que la tensione. Telerman puede jugar ese papel.
–¿Y quién cree que va a ser el candidato de la derecha en la ciudad?
–Macri.
–¿Por qué sostiene que las elecciones en la ciudad deben ser separadas de las nacionales?
–Las últimas tres elecciones en la ciudad fueron separadas de las nacionales y la experiencia demostró que se plantearon debates importantes, en los cuales la sociedad se involucró. Los vecinos de la ciudad tienen suficiente calidad como para no retacearles la posibilidad de discutir quién quieren que sea el jefe de Gobierno.
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