Mirta Navarro y su marido, Carlos Alfredo Guardo, habían terminado de cenar el domingo pasado en una pizzería del centro de Pilar y regresaban a casa en su auto. Mientras iban por la calle Pedro Lagrave hacia la ruta 8, en el ingreso a Pilar, se le cruzó un vehículo, aparentemente un Fiat Uno. Se bajaron tres hombres con armas de fuego y una faca y los abordaron. Sentados en el asiento de atrás, los asaltantes obligaron a la pareja a conducir hacia el partido de Malvinas Argentinas. Cuando estaban por abandonarlos, luego de robarles, uno de los ladrones ultimó de un tiro en la nuca a Navarro.

Según el relato que pudo realizar Guardo a los investigadores, su esposa realizó un ademán para limpiar el parabrisas empañado del auto y “el ladrón creyó que la mujer iba a agarrar un arma e iba a advertir a alguien lo que pasaba, y se asustó”, contó una fuente policial. Por ahora, es la única explicación para este asesinato a sangre fría. Guardo tuvo que seguir manejando a punta de pistola y cuando los delincuentes se bajaron balearon el auto y lo hirieron. Les robaron 550 pesos y dos teléfonos celulares. A pesar de tener un balazo en el brazo, Guardo condujo el auto 150 metros más hasta que se detuvo y pidió ayuda.

Los policías que llegaron constataron que la mujer ya estaba muerta a consecuencia del disparo en la nuca. Su marido fue derivado al Hospital de Malvinas Argentinas y está en terapia intensiva. Dentro del vehículo encontraron la faca con que los delincuentes amenazaron a sus víctimas y que será peritada en busca de huellas dactilares. La principal sospecha es que ambos habían sido marcados cuando Guardo extrajo dinero de un cajero del Banco Galicia, en el centro de Pilar, antes de cenar. El hecho es investigado por personal de la comisaría 3a de Malvinas Argentinas, de la SubDDI de San Miguel y por la fiscal de Liliana Tricárico.