La Cámara de Diputados le dio anoche media sanción al proyecto de ley que prohibirá la importación y comercialización de lámparas incandescentes para uso residencial a partir de 2011. Al mismo tiempo, faculta al Ejecutivo a importar lámparas de bajo consumo y los insumos para su fabricación “reduciendo o liberando los gravámenes aduaneros”. Desde la oposición consideraron que se trata del “único proyecto del Gobierno para hacer frente al tardío reconocimiento de la crisis energética”.

La Comisión de Industria de la Cámara baja introdujo la única modificación al proyecto que el Ejecutivo envió al principio del año parlamentario. Allí se quitó del texto la prohibición de fabricar lámparas incandescentes, para que la industria que fabrica este tipo de lámparas pueda exportarlas hasta que adapte su capacidad productiva para la fabricación de lámparas de bajo consumo.

Así, el proyecto del Gobierno establece a través de sus tres artículos la prohibición –a partir del 31 de diciembre de 2010– de la importación y comercialización de lámparas incandescentes y faculta al Ejecutivo a establecer “excepciones por razones técnicas, funcionales y operativas” para su comercialización. Además de implementar “gravámenes y tributos” especiales en el Código Aduanero para favorecer la importación y la fabricación en el país de las denominadas lámparas de bajo consumo.

Con 138 votos a favor, 11 negativos y una abstención –cuando parte de la oposición ya se había retirado del recinto–, el oficialismo le dio media sanción al proyecto. La presidenta de la Comisión de Comercio, la kirchnerista María Teresa García, señaló que “el uso de la energía no es un tema coyuntural” y sostuvo que “este proyecto forma parte de la decisión del Estado de aplicar una política energética nacional”. También señaló que “representa un ahorro sustancial de la energía” y que coloca al país en igualdad de posición con respecto “a otros países de América latina y el mundo donde se aplica este tipo de planes”.

Mientras participó del debate, la oposición cuestionó la iniciativa oficial. El radical Oscar Aguad argumentó que “hace falta discutir los proyectos de fondo” sobre el tema energético.

Juan Carlos Morán, enrolado en la agrupación de Margarita Stolbizer, embistió contra el justicialismo al responsabilizarlo de la “entrega del petróleo: a una empresa como YPF se la entrega gratuitamente, como resulta de un análisis de la operación económica, a un amigo del poder en vez de estatizarla” en referencia “a José Luis Manzano” a través de “la empresa Cliveden” en Mendoza. El diputado radical también respondió a un cruce personal con el kirchnerista Carlos Kunkel: “Si la soberbia de algunos diputados fuera fluorescente, diputado Kunkel, tendríamos energía para rato”. Kunkel le retrucó a los gritos desde su banca: “¡Pendejo forro!”.

El apoyo que recibió el proyecto fue extraparlamentario. La organización ecologista Greenpeace celebró la aprobación “de la propuesta impulsada por el Poder Ejecutivo a instancias de su campaña a favor de la eficiencia energética”. El proyecto debe aún pasar por el Senado para transformarse en ley.

“Es una propuesta concreta de reducción de consumo, ya que es un alivio a la crisis energética del país y contribuye a reducir la emisión de gases de efecto invernadero”, remarcó a PáginaI12 Rosario Espina, coordinadora de la Campaña Contra el Cambio Climático de Greenpeace.