El plomero acusado de atropellar con su Renault 12, violar y luego rociar con nafta y quemar a una nena de diez años que quedó gravemente herida dijo a la policía que sintió “miedo” y por eso intentó matar a la pequeña. La confesión de Mauro Schechtel, de 27, fue incorporada al expediente a través de una declaración testimonial tomada por la policía, aunque carece de valor judicial. No obstante, el plomero se negó a declarar ayer ante la Justicia bahiense.

“Ayer (por el jueves) a la madrugada, (Schechtel) admitió el hecho y manifestó que cuando terminó de abusar sexualmente de la chica, la menor se desvaneció, le agarró miedo y decidió arrojarle el combustible”, dijo Marcelo Giussia, jefe de la seccional de Coronel Dorrego. “Luego incendia el cuerpo. El dice que por miedo, que tuvo miedo y que por eso hace eso”, agregó Giussia. Para el policía esa confesión tiene valor legal, porque los policías que la escucharon declararon luego como testigos en la causa.

Sin embargo, fuentes judiciales explicaron que el testimonio es un indicio y no un elemento de prueba directa. En la escena del ataque, al costado de la Ruta 72, se hallaron huellas de la víctima y del acusado y prendas de vestir del acusado que tienen restos de tejido que se sospecha son de la piel quemada de la niña. En tanto, el fiscal Sebastián Foglia, a cargo de la causa, solicitó a la jueza Gilda Stemphelet que confirme el pedido de detención.

Schechtel trabajaba como plomero, vivía en Monte Hermoso y convivía con una joven. Fue detenido en 2000 por un abuso sexual y luego, el 20 de abril de 2001, fue condenado por a tres años de prisión.

El hecho ocurrió el miércoles cuando la nena, hija de una pareja de docentes, iba en bicicleta por la Ruta 72 hacia la sede del Club Atlético Independiente, de Coronel Dorrego, en el sur de la provincia, a practicar básquet. En el trayecto, la nena fue atropellada por un auto, cuyo conductor detuvo su marcha y ofreció llevarla a un hospital. La pequeña subió al auto y el hombre la amordazó y le ató las manos con cinta de embalar. Luego, el plomero se dirigió hasta el cruce con la Ruta 3, y la llevó hasta un descampado ubicado al costado del camino, donde la violó, la roció con combustible y la prendió fuego.

La nena permanece internada en el Hospital Garrahan, con pronóstico reservado.