La mujer tuvo que mostrar sus pechos a los peritos pero logró en parte su objetivo: la Cámara Civil condenó a un cirujano plástico a pagar una indemnización de 28 mil pesos a una paciente a la que le practicó una cirugía estética pero los pechos le quedaron asimétricos (desparejos). No obstante, los camaristas consideraron que la responsabilidad es compartida, debido a que la mujer no respetó algunas indicaciones del médico durante el posoperatorio.

La mujer ya se había realizado un implante cuando fue madre de mellizos. El amamantamiento le provocó la caída de los senos. Entonces, en septiembre de 2002, se sometió a una operación para extraer las prótesis viejas y, además, colocar otras más grandes, de 370 centímetros cúbicos, el doble del tamaño de los anteriores implantes.

Según el fallo, la mujer tenía contraindicado realizar esfuerzos físicos, pero admitió que tras la cirugía levantaba a sus hijos. Algunas semanas más tarde de la cirugía, tenía los pechos desparejos, lo cual podría atribuirse a los esfuerzos realizados.

La mujer decidió volver a someterse a otro implante de siliconas para aumentar su volumen. Así, en octubre la paciente solicitó reoperarse “con aumento del tamaño de prótesis sin esperar el lapso prudencial de seis meses”, y ocho días más tarde fue sometida a una nueva intervención, en la cual “se implantaron prótesis de mayor tamaño (435 centímetros cúbicos)”.

Ocho meses más tarde, la mujer tenía el pecho izquierdo más alto que el derecho y los pezones estaban “excéntricos” y “apuntando hacia abajo y hacia fuera”. Además, tenían “un encapsulamiento leve”. El perito determinó que “a simple vista se puede observar la mama izquierda más alta que la derecha, ambos complejos aréola-pezón que no coronan los implantes, sino que están colocados por debajo, como si se hubieran subido las prótesis o no se hubieran colocado correctamente desde el inicio”.

La paciente no quedó conforme con la operación que le realizó el cirujano. Por eso lo demandó por mala praxis. Al mismo tiempo, volvió al quirófano para colocarse con otro cirujano otras siliconas.

Jorge Pedro, especialista universitario en cirugía plástica, opinó que “si la condena fue de 28 mil pesos, el daño habrá sido mínimo”. “En casos como éste ocurre que la paciente no queda conforme con la operación y demanda al médico. No se trata de casos de mala praxis, porque para que haya mala praxis tiene que haber al menos impericia del médico y haber causado un daño al paciente”, comentó el médico.

Además, el experto consideró que “en el país hay una industria de juicios contra los médicos, que provoca que aumenten los costos de las operaciones y no se realicen cirugías estéticas en los hospitales públicos y como consecuencia, los pobres terminan siendo los más perjudicados”. “Los abogados terminan siendo los únicos beneficiados de este sistema”, opinó Pedro.

De acuerdo con los peritos, los senos de la mujer eran voluminosos y tenían “diferente forma, tamaño, altura y ubicación” con respecto a la línea media del cuerpo de la paciente. “El resultado adverso de la cirugía plástica practicada ha sido consecuencia de la errónea colocación de las prótesis por parte del profesional, encontrándose probado de tal manera la culpa del demandado”, sostuvieron los camaristas Jorge Giardulli, Claudio Kiper y Jorge Mayo, de la Sala H de la Cámara Civil.

Los jueces determinaron que “el encapsulamiento no fue la causa del daño y aseguran que la causa es la incorrecta ubicación de los implantes”. “El resultado adverso de la cirugía plástica practicada a la mujer ha sido consecuencia de la errónea colocación de las prótesis por parte del profesional, encontrándose probada de tal manera la culpa del demandado”, concluyeron los camaristas. Así, resolvieron que la mujer deberá recibir una indemnización de 28 mil pesos más intereses por daños, gastos y tratamiento psicológico.