Las partidas y arribos de vuelos de Aerolíneas Argentinas y Austral en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery continuaron ayer con extensas demoras por la sobreventa de pasajes. Las partidas hacia las provincias del sur del país desde la madrugada fueron reprogramadas y también canceladas en el primer fin de semana del receso invernal. Las demoras, postergaciones y cancelaciones provocaron el enojo de los pasajeros. A la sobreventa hubo que agregar las interferencias de radios FM en las comunicaciones de los aviones y la torre de control, lo que impide las operaciones. El gerente general de Aerolíneas, Julio Alak, aseguró que las demoras se debieron a las “sobreventas de los dueños anteriores, que produjeron un cuello de botella que se agrega a la escasez de aviones”.

Los vuelos demorados fueron las partidas hacia las ciudades sureñas de Río Grande, Ushuaia y Río Gallegos y se canceló un servicio a San Carlos de Bariloche. Durante la jornada se habían postergado o demorado y cancelado 28 vuelos con destinos especialmente al sur y a Tucumán, Mendoza e Iguazú.

“Tenemos 28 aviones operativos en cabotaje cuando debería haber 42 aeronaves, pero lo más grave es que quien la gerenciaba (grupo Marsans) vendió pasajes como si estuviera la flota completa de casi 50 aviones”, aclaró Julio Alak, flamante gerente general de Aerolíneas Argentinas. “En los próximos días el servicio se normalizará de manera paulatina, y con nuestra labor y el compromiso de los trabajadores podremos recuperar un promedio de una o dos aeronaves por semana, para que en la próxima temporada Aerolíneas tenga toda la flota operativa”, explicó Alak.