SOCIEDAD › POLICIA PRESO EN DON TORCUATO POR UNA MUERTE
Un asesinato con uniforme
Bancalari, la zona del escuadrón de la muerte de Don Torcuato, sigue oscura y peligrosa. Desde el lunes está detenido el sargento Norberto Idelmo Gallo, acusado de acribillar de dos tiros en la cabeza al joven Gustavo “Guchi” Luna, de 25 años, el domingo a la madrugada. Los testigos aseguran que tanto el policía como Luna se habían cruzado en una gresca que aguó la fiesta de unos vecinos del barrio. Sólo que el joven, dos primos y dos amigos, se retiraron caminando. Pasó menos de un minuto y sintieron que a sus espaldas aceleraba una camioneta Chevrolet conducida por Gallo. Desde el asiento del conductor, le contaron dos testigos a Página/12, Gallo disparó dos veces a matar. El martes, cuando algunos de los testigos, acompañados por el padre de uno de los chicos fusilados por el escuadrón, salían de entrevistarse con el fiscal una patota policial los hizo bajar del remise apuntándolos con armas de fuego. “Yo les decía que respetaran el dolor de la familia y ellos nos gritaban y nos insultaban”, le contó a este diario Oscar Ríos, papá de Guillermo, asesinado por policías de la misma zona.
Martín Luna, primo de “Guchi”, cuenta que ellos eran cinco cuando se acercaron a ver por qué las trompadas y los gritos en la casa de unos conocidos, en Camacuá casi Pellegrini. “Del otro lado del tejido le estaban pegando al dueño de casa, y yo les dije ‘Eh, no le peguen al hombre’”, contó Silvio Medina, de 22. Los arruinadores de la fiesta de 15 que estaba en su auge lo miraron y uno dijo: “¿Vos qué te metés?”. Entre ellos, declaró una testigo en la fiscalía de Tigre, estaba el sargento Gallo. A la vereda, para contraatacar a los que se atrevieron a intervenir, salieron “unos 20 muchachos”. Por cada uno, contaron, había cinco de los otros. Con algunos magullones los dejaron ir. Pero caminaron apenas unas cuadras hasta que apareció el policía de civil, habitual correo de la comisaría 1ª de San Fernando hacia las oficinas de los Tribunales de San Isidro, en esta ocasión fuera de servicio. Con estos testimonios el fiscal Rodríguez ordenó la detención del sargento Gallo.
La familia enterró el cuerpo de Guchi el lunes por la mañana. Los testigos, dos primos y dos amigos, además de algunas de las personas que estuvieron en el cumpleaños de 15, declararon en sede policial y luego ratificaron la denuncia ante la fiscalía. También contaron que cuando la policía llegó al lugar del crimen golpeó a los familiares para alejarlos del cuerpo de Guchi. “Estábamos los vecinos esperando la ambulancia pero vinieron las tortugas –la infantería de la bonaerense– y pedían que se alejaran del cadáver, cuando eran todos familiares que lo cuidaban para que no borraran las pruebas”, le contó a Página/12 Margarita Pacheco, vecina de la familia Luna. “Atropellaban con pistolas de bala de goma, apuntaban como para tirar”, dijo.
Ayer la familia Luna tuvo que presentar otra denuncia. Señalan que junto a Oscar Ríos –por el crimen de cuyo hijo están presos los policías de Don Torcuato Hugo Alberto Cáceres y Anselmo Puyo– fueron amenazados. Volvían de los tribunales cuando del móvil 22924 y de un auto civil con patente finalizada en 856 bajó un grupo de hombres con y sin uniforme con pistolas 9 mm y con Itakas en las manos. Los pusieron con las manos en la cabeza contra el remise. Mientras les gritaban uno de los policías le decía a otro: “éste es el que estuvo en el quilombo del sábado”, por el hermano del ajusticiado Gustavo Luna.