SOCIEDAD › LANZAN UN PLAN DE EMERGENCIA PARA LA SALUD
“Un sistema de prioridades”
El ministro de Salud anunció el plan que prepara: compra de medicamentos e insumos, limitación de prestaciones no urgentes en hospitales y un mínimo para que cumplan las obras sociales.
Por Mariana Carbajal
El ministro de Salud, Ginés González García, presentó ayer a los ministros provinciales un plan sanitario de emergencia por 30 días que apunta a garantizar la prestación de servicios mínimos y esenciales en hospitales y a través de obras sociales y el PAMI. El programa, que hoy describirá en la reunión de gabinete, incluye un “fondo estratégico” de 50 millones de pesos para la compra de medicamentos e insumos básicos que se distribuirán en todos los hospitales públicos del país; la restricción de servicios hospitalarios “no centrales” como cirugías estéticas y operaciones programadas en función de garantizar intervenciones de urgencia, camas de parto y atención en guardias; una canasta de medicamentos para carenciados; un plan mínimo de cumplimiento obligatorio para las obras sociales sobre el PMO y la recomposición de la importación de insumos críticos como marcapasos, catéteres y sondas, según detalló anoche el propio ministro a Página/12.
“Buscamos asegurar la continuidad de los servicios de salud. Hay que tener en cuenta que algunos no están en condiciones de seguir funcionando”, explicó González García. “Estamos apelando a formas imaginativas como el pago con créditos fiscales a proveedores y dinero a cobrar de los impuestos”, agregó en referencia al financiamiento del programa, además del apoyo que obtendrían de organismos internacionales.
Durante la tarde, el funcionario recibió a los ministros del área de las provincias en el marco del Consejo Federal de Salud, donde se discutieron los lineamientos del plan de emergencia, que hoy González García llevará a la reunión de gabinete. “Habrá que hacer un sistema de prioridades aceptando que en la Argentina todo lo que dábamos antes no se puede dar ahora”, anunció el ministro.
González García adelantó que está gestionando una partida de 50 millones de dólares para la compra de insumos y medicamentos para hospitales y otra de 100 millones para inyectar fondos al Pami y las obras sociales para restablecer su funcionamiento. La cifra, en realidad, es ínfima en relación a la gigantesca deuda que acumuló el sistema de seguridad social. Sólo el Pami debe al sistema 1800 millones y las obras sociales sindicales, que dependen de la Superintendencia del Seguro de Salud, alcanza a 1300 millones, según confirmó a Página/12 Rubén Torres, flamante titular del organismo. Más del 60 por ciento de las obras sociales no están cumpliendo con el Programa Médico Obligatorio (PMO) y además, “con inequidad, porque las que están con mejores aportes como las de personal de dirección tienen mejor servicio que aquellas con menores aportes”, señaló el funcionario. Por esa razón, uno de los puntos del plan de emergencia que ayer el ministro discutió con los funcionarios provinciales es establecer “una base mínima” sobre el PMO que incluya prestaciones esenciales.
Además, se establecerá un sistema de vigilancia epidemiológica que en principio se pondrá en marcha en cien municipios del noreste argentino por el riesgo del dengue. Otro aspecto del programa es que los hospitales “establezcan prioridades” y garanticen al menos las cirugías de urgencias, camas de parto y la atención en las guardias, precisó a este diario González García. “Este programa básico se extendería por 90 días y se restringirían los servicios que no son esenciales como las cirugías estéticas o las operaciones programadas, siempre y cuando no pongan en riesgo la vida del paciente”, agregó el ministro.
Con el fondo de 50 millones de pesos la Nación comprará insumos y medicamentos para todos los hospitales del país. Algunas licitaciones se realizarán en el exterior, a través de organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud “para asegurar mayor trasparencia”, aclaró González García. El programa de provisión de medicamentos para carenciados incluirá una canasta de entre 40 y 50 productos “esenciales” como antibióticos, hipertensores y diuréticos, a los cuales podrán accedergratuitamente sus destinatarios a través de servicios de salud o de farmacias, según se determine en cada provincia.