Un hombre que intentó resistir un asalto a la heladería de su vecino resultó muerto de un balazo en el pecho. Ocurrió el domingo a la noche en la localidad de El Palomar, municipio de Morón. La víctima estaba cenando en la casa del heladero, junto a la familia de ambos, cuando ingresó un ladrón en la vivienda y otros dos al local. Tras un forcejeo, el ladrón le disparó a quemarropa. El hombre falleció en la caja de una camioneta de la policía, que optó por trasladarlo de esa manera al hospital antes que esperar una ambulancia.

La víctima es Hugo Mayares, de 29 años. Los testimonios indican que había trabajado en seguridad privada. El domingo a la noche había ido con su pareja y los dos hijos de su mujer a la casa de Angel Catansaritti, el dueño de la heladería, que también estaba con su esposa y sus hijos.

Todos fueron sorprendidos, cerca de la medianoche, por un asaltante que irrumpió en la vivienda, mientras estaban de sobremesa. Mientras, sus dos cómplices se dedicaban a vaciar la caja registradora de la heladería, que funciona enfrente de la casa.

Una vez adentro, el asaltante amenazó a la familia y comenzó a pedir dinero. En un momento –según relataron los testigos– uno de sus movimientos hizo creer a Mayares que intentaría agarrar a la hija de su mujer. Entonces el hombre se paró, tomó de un brazo al asaltante y forcejeó, instante en que se escuchó un disparo que impactó en el techo de la casa.

La esposa del heladero, Franca Catansaritti, lo relató así: “Mientras le sacaba la alianza de la mano a mi hija, con la otra me apuntaba al cuello. Luego le apuntó a la nena de tres años y cuando volvió a apuntarme a mí Hugo se le abalanzó y se disparó el arma”. Inmediatamente, el heladero y su huésped quisieron “reducir” al delincuente, quien sin embargo pudo dirigirse hacia la heladería en medio del forcejeo. Fue entonces cuando, en un patio interno de la casa, la disputa continuó y el ladrón efectuó otro disparo que impactó en el hombro izquierdo de Mayares.

El hombre cayó gravemente herido, ya que el proyectil le perforó un pulmón. “Hugo se dio vuelta, me dijo ‘me siento mal, me duele mucho’ y se cayó al piso. No lo puedo creer. Me salvó la vida”, relató Franca Catansaritti.

Tras el ataque, los asaltantes se apoderaron de 400 pesos de la caja de la heladería y escaparon en un auto –un Chevrolet Corsa o Peugeot 206–, en el que al parecer los esperaba un cómplice. En tanto, Mayares fue trasladado en la caja de una camioneta policial hasta el Hospital Posadas, pero cuando llegó ya había fallecido. Según denunciaron familiares de la víctima, la ambulancia nunca llegó a la vivienda. Sin embargo, desde la Municipalidad de Morón informaron que el móvil del SAME local salió rumbo al lugar del hecho al minuto de haber sido convocado por la policía, aunque se suspendió el servicio cuando un agente de la seccional sexta llamó para avisar que ya no era necesario. En efecto, según el médico Oscar Graña, director operativo del SAME, “la solicitud (de la ambulancia) fue hecha a las 23.39. Inmediatamente, a las 23.40 partió la ambulancia desde el Centro de Atención Primaria en Salud de El Palomar. Mientras estaba en camino, hubo un segundo llamado, registrado a las 23.44, que canceló el pedido de ambulancia anterior a raíz de que estaban trasladando a Mayares en el patrullero policial hacia el Hospital Posadas”. Asimismo, afirmó que “aunque la ambulancia está equipada para la emergencia, el traslado fue una decisión de la policía, viendo que el paciente se desangraba. La ambulancia hubiera llegado antes de los 10 minutos que generalmente demora, porque estaba muy cerca”.

Los amigos de Mayares también denunciaron haber llamado al 911 sin lograr que los atendiera más que un máquina que les decía que todos los operadores estaban ocupados y que intentaran más tarde. La causa por homicidio en ocasión de robo quedó a cargo del fiscal de Morón Matías Rappazzo, quien ordenó las primeras pericias para esclarecer el hecho delictivo.