Investigadores del FBI de Estados Unidos se sumarán a la búsqueda de la niña Sofía Herrera, que desapareció hace casi dos meses en un camping de la ciudad de Río Grande, en Tierra del Fuego, un caso que para los investigadores locales ha sido hasta ahora un enigma sin solución. En tanto, el nuevo abogado de la familia de la nena anunció que pedirá el cambio de carátula del caso para determinar si se trata de una “sustracción de persona”.

El secretario del juzgado de Río Grande, Luis Amarfil, reveló ayer que la Justicia local recibió la confirmación de que un equipo de la Oficina Federal de Investigaciones estadounidense (FBI) se sumará a la investigación. Amarfil dijo que probablemente el equipo que será destinado a Río Grande será el mismo que trabajó en el caso de la niña británica Madeleine McCain, quien se encuentra desaparecida desde mayo de 2007 en Portugal, informó la agencia de noticias DyN.

La intervención del FBI fue solicitada por el juez de Río Grande, Eduardo López. Según explicó su secretario, el magistrado envió a Estados Unidos una versión digitalizada del expediente para que los investigadores tomen conocimiento de lo actuado.

La participación del FBI en el caso Madeleine no arrojó demasiados resultados. No se conoció el destino de la niña y tampoco se detectó a posibles responsables de su desaparición. El caso fue cerrado en julio de este año, después de catorce meses de infructuosa investigación, donde hasta resultaron sospechosos los propios padres de la niña.

Por otra parte, el abogado que representa a la familia Herrera, Juan Ladereche, anticipó que pedirá un cambio de carátula en la causa por la desaparición de la niña. El letrado consideró que, de acuerdo con las pruebas colectadas, los testimonios y el tiempo que pasó desde la desaparición de Sofía, corresponde la carátula de “investigación por apropiación o sustracción de persona”.

Además, el abogado de los Herrera presentó un escrito a la Justicia para que se investigue una posible relación entre el caso de Sofía y el de un puestero desaparecido de una estancia cercana a la comuna de Tolhuin, un lugar muy próximo al camping donde estaba la niña.

La desaparición del puestero, de 39 años, ocurrió en julio y desde entonces su familia y la policía no han tenido noticias de él ni de su paradero. El abogado dijo que “en el caso del puestero tampoco hubo signos de violencia y se debe averiguar si hay alguna relación entre dos casos con algunas características similares”.

Sofía Herrera, de 3 años, fue vista por última vez por sus padres en la mañana del domingo 28 de septiembre, cuando junto a ellos y un matrimonio amigo iniciaban un día de campo en el camping John Godall, en las afueras de Río Grande.

La principal pista en la investigación la aportó un niño de 5 años, familiar de los Herrera, quien aseguró haber visto a un hombre vestido de negro que se llevó a la niña en un automóvil gris, en el que también tenía un perro boxer. El relato del chico resultó creíble para los investigadores. En base a la descripción, especialistas de la Policía Bonaerense que también colaboran en la investigación elaboraron un identikit que fue remitido a todas las fuerzas de seguridad provinciales y a los Carabineros de Chile. También trabajó en la investi- gación el mejor equipo de búsqueda de personas de la Policía Federal.

Los investigadores manejaron hasta ahora diversas hipótesis. La que tiene más fuerza es la del secuestro. Una posibilidad es que la hayan robado para quedársela. La otra es que haya sido sometida a abuso sexual. En el primer caso, es muy probable que la nena esté viva, pero en el segundo el pronóstico sería negativo. De todas formas, no hay indicios para sacar conjeturas.

Los gobiernos nacional, provincial y municipal ofrecieron diversas recompensas para lograr datos o pistas que permitan dar con la niña, pero hasta ahora no se ha presentado nadie con datos certeros.