El mexicano Jesús Martínez Espinoza, sindicado líder de una banda de narcotraficantes, y Ricardo “Ricky” Martínez, padre del actor Mariano Martínez, mantuvieron un careo frente al juez federal Federico Faggionatto Márquez, en el marco de la investigación de la “ruta de la efedrina”, del que resultaron más contradicciones que coincidencias entre ambos. La principal diferencia giró en torno de Rodrigo Iturbe, uno de los detenidos por la causa –que ya cuenta con 23– al que, mientras Martínez Espinoza aseguró no conocer, Ricky Martínez aseguró haberlo oído nombrar como integrante de una reunión en la que participó el mexicano. No obstante, ambos coincidieron en que su relación se reduce a un contacto de tipo comercial por un negocio relacionado con suelas de zapatos y descartaron “cualquier tipo de actividad ilegal”. El magistrado deberá resolver mañana a más tardar la situación procesal de Martínez Espinoza. El padre del actor, por su parte, permanece procesado, pero en libertad. El punto de análisis más fuerte surgido del careo se ubicó en las declaraciones de Ricky Martínez en torno de que presenció un encuentro en una estación de servicio de Castilla y Figueroa Alcorta, en Barrio Parque, ciudad de Buenos Aires, en donde habrían participado Martínez Espinoza, el argentino Luis Tarzia –detenido en el allanamiento de la quinta de Ingeniero Maschwitz– y otro mexicano, Rodrigo Pozas Iturbe, también detenido.

Mientras el abogado del supuesto lider narco, Gustavo Chiarelli, señaló que “quedó claro que la reunión existió, lo que no existió fue Pozas Iturbe, a quien Martínez Espinoza no conoce”, el abogado de Ricky Martínez, Carlos Olita, indicó que el hombre aseguró que estuvo en un encuentro con Martínez Espinoza, Luis Tarzia, otro de los procesados, y “un tal Rodrigo”.