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El hombre acusado de asesinar a su hijo y herir gravemente a su esposa y a tres hijas en Mar del Plata fue detenido ayer a 400 kilómetros del lugar del feroz ataque: la policía lo encontró mientras “deambulaba obnubilado” por los bosques de Palermo. Al ser interrogado, Marcelo Juárez, de 39 años, se quebró y confesó el crimen.
Ayer se supo que mató al adolescente y agredió al resto de su familia a golpes de martillo. El arma fue encontrada en unos pastizales cercanos a la vivienda familiar.
El hallazgo de Juárez fue azaroso. A media mañana, personal de la comisaría 23ª estaba realizando un operativo de control de vehículos en las avenidas Lugones y Sarmiento cuando detectó a un hombre que vagaba desorientado, con un diario en la mano, por los bosques de Palermo. Cuando los agentes se le acercaron para preguntarle si le pasaba algo, comenzó a llorar y espontáneamente relató que el día anterior había matado a su familia en Mar del Plata y estaba “arrepentido”.
Tras su identificación y el contacto con la policía bonaerense, se supo que Juárez decía la verdad y que los investigadores marplatenses lo estaban buscando. La esposa y las tres hijas que sobrevivieron a la masacre están internadas con pronóstico reservado.