Miércoles, 10 de junio de 2009 | Hoy
SOCIEDAD › EL TITULAR DE FELICES LOS NIñOS ESCUCHARá HOY LA SENTENCIA EN LA CAUSA POR ABUSO
El Tribunal Oral que lo juzga le impondría hoy a Grassi una fuerte condena por abuso sexual de tres menores que estaban a su cargo. Pero quedaría en libertad hasta que la sentencia quede firme.
Por Raúl Kollmann
El Tribunal Oral Criminal Número 1 de Morón le impondría hoy una fuerte condena al cura Julio César Grassi por los delitos de abuso sexual reiterado. Sin embargo, los magistrados no efectivizarían la prisión del sacerdote, sino que le permitirían seguir en libertad hasta que se expida la Cámara de Casación, el tribunal superior que tratará la apelación. La versión surgió ayer de los tribunales de Morón y habrá que ver si se confirma hoy, después de las 14, cuando se dé lectura al fallo.
En Morón siempre se barajaron dos posibilidades concretas: una condena muy dura o la absolución por el beneficio de la duda o falta de pruebas. Es que el TOC 1, integrado por Luis Andueza, Jorge Carrera y Mario Gómez, tiene fama de imponer condenas duras, de manera que todo se definiría sobre la base de la evaluación de las pruebas: si considera que hay evidencias, la pena será muy alta, pero en caso contrario dictarían la absolución. No habría –según coinciden quienes conocen los pasillos de los tribunales de Morón– términos medios.
El fallo del TOC 1 es un secreto muy bien guardado, al punto que los magistrados no dieron ninguna señal durante el juicio. Según coinciden todas las partes, los jueces hablaron poco y nada, permitieron hasta el límite la ausencia de los testigos propuestos por Grassi y son muy pocos los que se arriesgan a un pronóstico. Por supuesto que Juan Pablo Gallego, Jorge Calcagno y Sergio Piris, querellantes que representan a Ezequiel, Gabriel y Luis, los tres jóvenes abusados, así como el fiscal Alejandro Varela están convencidos de que la prueba contra el cura fue categórica y convincente. Por ello están seguros que habrá condena. Del otro lado, el propio Grassi afirma que durante el juicio se probó que las acusaciones “son una mentira”, mientras que su abogado, Daniel Cavo, agregó que las pericias e informes desmienten las afirmaciones de los denunciantes. Los dos, Grassi y su abogado, pronosticaron públicamente que habrá absolución.
Si se confirma la condena del sacerdote, el punto clave es si irá directamente a la cárcel o si los jueces le permitirán esperar el resultado de su apelación en libertad. Carlos Carrascosa, por ejemplo, el viudo de María Marta García Belsunce, fue absuelto por el homicidio de su esposa, pero condenado por encubrimiento. De todas maneras, espera en libertad lo que resuelva la Cámara de Casación. Algo parecido podría ocurrir con Grassi: que el tribunal efectivamente le dicte la condena pero lo exima de ir a la cárcel hasta que el máximo tribunal en materia penal de la provincia de Buenos Aires confirme o no el fallo. Es muy probable que, en ese caso, la libertad tenga determinadas condiciones.
Ayer, a horas de la sentencia, Grassi declaró que pasó el día previo “en retiro espiritual” y aseguró que no puede pensar que la Justicia fallará en su contra, porque, según su opinión, eso significaría “que ganó el mal”. El cura siempre ha insistido en que es inocente. Ayer admitió que está tenso porque “éste es un fallo importantísimo para mi vida y para el de la Fundación” Felices los Niños. El conductor televisivo Raúl Portal, amigo personal de Grassi, consideró que condenar al cura sería “un gran error de la Justicia”.
Por su parte, el fiscal Alejandro Varela, que pidió treinta años de cárcel para el sacerdote, lo justificó recordando que los jóvenes denunciantes tenían 9, 13 y 17 años “cuando fueron abusados sexualmente por el titular del hogar de Hurlingham”. Insistió en que los chicos, “además de ser víctimas de abuso fueron objeto de corrupción y amenazas” por parte del imputado. La corrupción “existe cuando se comprueba que el imputado ha actuado con la finalidad de torcer el normal desarrollo sexual de la víctima”. El delito es agravado, recalcó Varela, “porque fue cometido por la persona encargada del cuidado de esos niños y adolescentes”.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo y del Comité de Seguimiento de la Convención por los Derechos del Niño, Estela Carlotto, reclamó que “el ser sacerdote no sea condición para eludir una condena ejemplar y el repudio de la sociedad”. Carlotto anticipó que hoy estará en la audiencia “para apoyar a las víctimas, que fueron las que más sufrieron en este proceso”.
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