Miércoles, 10 de junio de 2009 | Hoy
SOCIEDAD › PIDEN LA CAPTURA INTERNACIONAL DE UN SOSPECHOSO EN EL CASO AMIA
Se trata de Samuel Salman El Reda, señalado como el supuesto organizador de la conexión local del atentado. El juez Rodolfo Canicoba Corral libró un exhorto diplomático al Líbano, donde se supone que vive el acusado.
Por Raúl Kollmann
El juez federal Rodolfo Canicoba Corral convalidó ayer la investigación del fiscal Alberto Nisman y ordenó la captura internacional del colombiano convertido al Islam Samuel Salman El Reda, sindicado como el supuesto organizador de la conexión local del atentado contra la AMIA. El magistrado libró un exhorto diplomático a la República del Líbano, en donde supuestamente vive El Reda, para que las autoridades de ese país lo detengan y lo extraditen a la Argentina. Nisman afirma que El Reda fue una especie de jefe operativo de Hezbolá, la organización libanesa pro-iraní, y actuó en Buenos Aires entre el 1º de julio y el 18 de julio de 1994, día del atentado. Dos horas antes del ataque, El Reda habría partido hacia Iguazú y de allí, aunque no hay datos de Migraciones que lo confirmen, cruzó la frontera. Hasta el momento, las evidencias del caso AMIA, provenientes esencialmente de declaraciones de opositores al régimen de Teherán e informes de la CIA, el Mossad y la SIDE, no pudieron confirmarse ni refutarse en un proceso judicial, por cuanto los acusados están en Irán y tanto ese país como Hezbolá, que niegan su participación, tampoco están dispuestos a entregar a los imputados a la Justicia argentina porque consideran toda la causa “un gigantesco armado”, según afirmaron reiteradamente.
En su resolución, Canicoba se limitó a darle el visto bueno a la investigación sobre El Reda que Nisman presentó hace tres semanas. En aquel dictamen, el fiscal se basó en los siguientes elementos:
- El atentado fue coordinado –según afirma Nisman– desde un celular utilizado en la Triple Frontera a nombre de un tal André Marques, cuya verdadera identidad nadie conoce porque el teléfono se compró con el sistema de tarjeta. Ese celular se usó por primera vez el 1º de julio de 1994, con un llamado desde Ezeiza, y la última vez, el 18 de julio, a las 7 de la mañana, desde Aeroparque. Ni antes ni después hubo comunicaciones.
- Nisman dice que un entrecruzamiento de llamadas demuestran que quien llamaba desde Buenos Aires a André Marques fue El Reda, porque lo hizo desde locutorios en los que, instantes después, se comunicaba con su hermano, que vive en Alemania o con su esposa, Silvina Saín, ya por entonces mudada al Líbano, o con sus padres.
- El fiscal también sostiene que desde los locutorios y desde el celular de André Marques se hicieron comunicaciones hacia teléfonos en San Pablo, Nueva York y El Líbano y que los números a los que se llamó están identificados por los servicios de inteligencia como pertenecientes a hombres u oficinas del Hezbolá.
- Desde su salida de la Argentina, El Reda y su esposa, que en la hipótesis de Nisman trabajaron bajo la órbita del ex agregado cultural de Irán en la Argentina, Mohsen Rabbani, viven en el Líbano y nunca regresaron al país.
El aspecto más interesante del pedido de captura de El Reda es que se trata del primer imputado que, supuestamente, no está en Irán. Es cierto que si pertenece a Hezbolá también es difícil que se concrete una extradición desde el Líbano, por cuanto esa organización tiene nada menos que 57 de las 128 bancas del Parlamento libanés y es un partido de enorme poder. Es cierto que en su momento, Nisman y Canicoba pidieron la captura del libanés Imad Mugniyeh, el jefe militar de Hezbolá, pero éste no estaba en el Líbano. Fue asesinado en febrero del año pasado en Damasco, Siria.
Hasta el momento, ninguno de los imputados iraníes –incluyendo el ex presidente de Irán, actualmente líder moderado, Alí Akbar Rafsanjani– aceptaron presentarse a la Justicia argentina. El único antecedente fue la detención en Londres, en 2003, del ex embajador de Irán en la Argentina, también imputado en su momento, Hadi Soleimanpour. La Justicia inglesa sostuvo que las pruebas en su contra eran endebles y no sólo lo dejó en libertad, sino que hasta le pagó una indemnización. Hoy, Nisman y Canicoba Corral afirman tener más evidencias, pero las pruebas no pasaron todavía por el filtro de la defensa de los acusados. Durante un proceso judicial, habría que probar que, efectivamente, el teléfono con el que se comunicó El Reda corresponde a Hezbolá, tal como sostienen los servicios de inteligencia y, también, si existe alguna evidencia de que el supuesto cuartel se usó para actividades terroristas.
Lo concreto es que el Líbano va a tener que responder sobre esta orden de captura y deberá señalar si El Reda vive allí. Fuentes de la investigación afirman que las autoridades libanesas colaboraron con algunos elementos de la pesquisa, de manera que se abre una limitada expectativa.
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