Mientras en Córdoba el agua que se reparte viene custodiada por la policía para evitar disputas entre la población, el gobierno de San Luis declaró ayer la emergencia hídrica en toda provincia e impuso restricciones al uso del agua. En Catamarca, donde no llueve desde hace seis meses, la sequía favoreció la expansión de tres incendios en octubre que arrasaron con unas 40 mil hectáreas en los cerros de Ambato. Las fuertes lluvias caídas ayer en Chaco y Santiago del Estero hicieron bajar la temperatura, que superaron los 30 grados durante varias semanas.

Luego de los incidentes en la localidad cordobesa de Salsipuedes, el intendente Sergio Cornejo puso custodia para los camiones de agua y admitió que ya arrancó “una cuenta regresiva” de 10 a 15 días. “Si no llueve, vamos a tener que traer agua de no sé dónde, porque no vamos a tener para 11.500 habitantes.”

El director de San Luis Agua, Daniel Woskoboinick, aseguró que para “no llegar a la situación de Córdoba” el agua de los diques Esteban Agüero y La Florida será sólo para uso humano y no para uso agropecuario. Ante la proliferación de la gastroenteritis, las autoridades recomendaron a la población hervir el agua que se consume.