En las primeras horas del juicio político que la tiene por protagonista, la jueza contravencional Rosa Parrilli pareció sentirse intimidada por su propia imagen. La magistrada, famosa desde que intentó humillar a dos empleadas que debían cobrarle una multa de tránsito, se retiró a poco de que en el tribunal se comenzara a exhibir el video con la grabación de sus agresiones. En un primer momento, trascendió que Parrilli se había retirado por un pico de presión, pero luego se dijo que la magistrada se habría retirado tras explicar a su abogada: “Me da vergüenza, todos me están mirando”. En la jornada de ayer, también declararon las dos empleadas agredidas.

Lo que Parrilli no pudo tolerar fue la proyección pública del video que testimonia las frases que, el 15 de septiembre de este año, dirigió a María Iratí Albe y Rocío Gómez. “Ganan 1200 pesos para joder a la gente, todas morochas, ni una rubia contratan”, fueron las palabras que Parrilli había pronunciado en la Dirección General de Infracciones, pero que ayer prefirió rehuir. Luego, el jury que evalúa el posible mal desempeño de Parrilli escuchó testimonios de las empleadas agredidas, del cajero y del policía que estaban ese día en el lugar. Para entonces, la enjuiciada había retornado a la sala, donde, tras rechazar los pedidos de nulidad hechos por su defensa, el jury pasó a un cuarto intermedio hasta hoy a las 10.30, para seguir escuchando a los testigos.