La camioneta 4x4 continuó en marcha pero ni el conductor ni el acompañante volvieron a hacerla rodar. Los dos estaban muertos a tiros sobre sus asientos en la medianoche del lunes, cuando la policía llegó a la esquina de Hidalgo y Lobos en la localidad bonaerense de Castelar. La muerte por robo fue descartada porque los hombres, de 32 y 35 años, conservaban relojes y cadenas de oro y en sus bolsillos tenían más de 500 pesos.

La hipótesis más fuerte sobre el motivo del asesinato es la de un “ajuste de cuentas”, ya que en la camioneta también se encontró un arma y las pericias indicaron que los disparos que mataron a los hombres habrían sido efectuados desde el asiento trasero de la camioneta. La causa del asesinato sería una discusión por el reparto de un botín, con la presunción de que las víctimas integraban una banda de delincuentes.

La sospecha está fundada en que la policía encontró entre los papeles del conductor, identificado como Jorge Coquean, de 35 años, un oficio del Patronato de Liberados de Quilmes, otorgado tras salir en 2006 de la cárcel de Florencio Varela. Además, la camioneta Dodge Ram que manejaba tenía una prohibición para circular debido a una denuncia de venta.

Mientras que su acompañante José Sevilla, de 32 años, fue encontrado por los investigadores con una pistola calibre 9 milímetros, y en el portaobjetos de su lado un cargador de pistola. Ambos contaban con antecedentes delictivos.